El fin de semana marcó un hito para el Teatro Camino. A pocas semanas del fallecimiento de su fundador, Héctor Noguera, su hija Amparo volvió a ese escenario que ha acompañado a generaciones de intérpretes.
Lo hizo con una función de la obra La persona deprimida y, tras el cierre, decidió dirigirse al público con palabras que mezclaron orgullo, extrañeza y un profundo sentido de continuidad. “Quiero contarles que para todo el equipo del Teatro Camino y para nosotros es una función muy especial, muy extraña y muy importante, y para ustedes también lo va a ser“, compartió.
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Para la actriz, esta presentación tuvo una carga emocional única. Explicó que, hasta ese momento, nunca se había abierto el teatro para una función sin la presencia física de su padre. Esa ausencia marcó el tono del encuentro y, al mismo tiempo, reafirmó la vigencia del legado familiar. “Es la primera vez que se abre el teatro para hacer una función. Me siento muy orgullosa, honrada y extrañada de estar aquí sin su presencia física, pero está en cada lugar y cada rincón”, dijo.
El gesto final de Amparo fue dirigido tanto al equipo del Teatro Camino como a la memoria de Héctor Noguera. “Me gustaría repetir un aplauso hacia toda la gente que maneja una sala de teatro en Chile, que es muy difícil. Quiero repetir un aplauso a mi padre, que se ha esforzado enormemente para que este teatro salga adelante, y vamos a tratar de que así sea“, concluyó.
El Teatro Camino, fundado en 2002 y convertido en un punto de referencia para las artes escénicas, enfrenta ahora una nueva etapa en la que la obra y visión de Héctor Noguera siguen siendo brújula y sostén. La función del fin de semana fue, para muchos, el inicio simbólico de ese capítulo.