El pasado fin de semana quedará para la historia y el recuerdo de los británicos y también del mundo entero. Un corolario de celebraciones, todas memorables, además de muchos momentos fuera de libreto como los protagonizados por el Príncipe Louis o a partir del arribo de Harry y de Meghan, fueron y serán caldo de cultivo durante buen rato más. Pero entre los muchos episodios emotivos, hubo uno del cual poco se ha hablado, y nos referimos al sentido tributo que el Príncipe Carlos rindió a su madre, la Reina Isabel, llamándola la “madre” de Inglaterra. Le agradeció a la monarca de 96 años su completa dedicación y entrega al frente del Estado británico.
El emotivo discurso del príncipe de Gales coincidió con una proyección sobre el Palacio de Buckingham que recorrían las siete décadas de Isabel II en el trono, seleccionadas para la ocasión por el mismo Carlos. Ante la ovación del público que ascendía a las 10 mil personas, Carlos se refirió a la monarca como “Su Majestad… Mommy”, y comenzó un discurso que esperaba que la reina oyera hasta el Castillo de Windsor, ubicado a 40 kilómetros de Londres.
Por su parte el turno de William y segundo en la línea de sucesión a la corona británica vino el sábado para el gran concierto que estaba programado con artistas como Andrea Bocelli, Ed Sheeran, Duran Duran, Alicia Keys, Elton John, Queen y Rod Stewart, para rendir homenaje a todos los ecologistas y pedir un esfuerzo colectivo frente a la crisis climática y así poder salvar al planeta Tierra.
En un breve discurso, el Duque de Cambridge destacó la labor de personajes como el actor David Attenborough, así como la campaña iniciada por su abuelo, el Príncipe Felipe y el mismo Carlos, en la preservación de los espacios verdes. En su alocución, William declaró que el cambio climático es actualmente la prioridad de los gobiernos en todo el mundo y admitió ser, al igual que su abuela, optimista de que el planeta podrá ser salvado de su actual “fragilidad”.
“Si aprovechamos lo mejor de la humanidad y restauramos nuestro planeta, lo protegeremos para nuestros hijos, para nuestros nietos y para las futuras generaciones”, afirmó el príncipe. Antes de su intervención, el palacio se iluminó de verde y mostró imágenes de elefantes, leones, así como de la selva, mientras que se iluminó el llamado “árbol de árboles”, un árbol gigante instalado ante el palacio, y que representa los miles de árboles que los británicos han plantado este año en honor a Isabel II.