El ganador del Oscar por Dallas Buyers Club y nativo de la hoy trágica localidad de Uvalde, en Texas, Matthew McConaughey, lideró una conferencia de prensa en la Casa Blanca y pareció reprimir las lágrimas varias veces mientras hablaba de la masacre en la Escuela Elemental Cobb donde 19 niños y dos profesores perdieron la vida en el segundo y peor tiroteo vivido en un centro educacional en los Estados Unidos.
El actor usó su poder y sus facultades de gran estrella de Hollywood para marcar una posición a favor de la prohibición del uso de armas y que la administración de Biden -y ninguna otra- no ha logrado llevar a cabo. McConaughey ha provocado una clara conexión con el pequeño pueblo de Texas, dando detalles muy reveladores sobre la dramática pérdida de estas 21 vidas.
Habló de manera conmovedora en homenaje a las víctimas y sus vidas suspendidas por la tragedia, compartiendo historias íntimas sobre su cotidiano. El actor resumió una breve biografía de cada una de las víctimas: “Si bien honramos y reconocemos a las víctimas, debemos reconocer que esta vez parece que algo es diferente”, dijo. “Existe la sensación de que tal vez haya un camino viable a seguir”, dijo visiblemente afectado.
Mostró fotos de algunos de los niños víctimas y habló sobre sus familias, qué vestían el día en que les dispararon y qué querían ser cuando fueran grandes. “Tenemos la oportunidad, en este momento, de alcanzar un terreno más alto, por encima de nuestras afiliaciones políticas”, dijo McConaughey. “Una oportunidad de tomar una decisión que hace más que proteger a tu grupo. Una oportunidad de tomar una decisión que proteja a nuestro país ahora y para la próxima generación”.
En su discurso de 22 minutos, McConaughey alertó a un Congreso que actualmente está atado de manos, para que apruebe reformas de armas que puedan salvar vidas sin infringir los derechos de la Segunda Enmienda. “Queremos escuelas seguras y queremos leyes sobre armas que no faciliten que los malos obtengan las malditas armas”, dijo McConaughey.
McConaughey reconoció que la legislación sobre armas no terminaría con los tiroteos masivos, pero sugirió que se pueden tomar medidas para disminuir las posibilidades de que tales tragedias ocurran con tanta frecuencia. “¿Es esto una cura para todo? No, pero la gente está sufriendo”.