¿Todavía te aplicas la base de maquillaje de manera uniforme? Gran error, porque la piel homogénea se ve opaca y eso juega en contra de la apariencia juvenil. Además, denota cansancio. Para lograr un cutis envidiable, debes decir adiós a esa técnica y sumar iluminadores a tu rutina de belleza.
Para ponerlo en práctica, hay ciertos tips que no debes olvidar:
- Antes que nada, hidratemos. Para buenos resultados, es imprescindible hidratar la piel. Es el paso obligatorio y, quizás, el más importante de todos. Además, se recomienda elegir bases livianas que se fundan naturalmente en la piel.
- Dónde aplicar. En pieles jóvenes hay más libertad y depende de lo que se quiera resaltar. En las maduras, en cambio, se recomienda difuminar en el puente de la nariz, sobre las cejas y en la parte alta de los pómulos, pero teniendo cuidado de no llegar hasta la zona donde hay más líneas de expresión porque estas podrían resaltar.
- ¡Puedes brillar! Aunque las arrugas son culturalmente sinónimo de vejez, la verdad es que lo que más refleja el paso de los años es la pérdida de brillo; progresivamente la piel se vuelve opaca. Una piel mate y empolvada marca las arrugas y suele terminar craquelada. Los puntos de luz, en cambio, dejan el rostro resplandeciente y fresco.
Si quieres potenciar el efecto glowy, utiliza un poco de blush. Para hacerlo correctamente, debes sonreír y, con movimientos circulares, aplicarlo sobre los pómulos.