Cultura Pop

El diálogo con la comunidad LGBTQ fue una prioridad para el papa Francisco

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El diálogo con la comunidad LGBTQ fue una prioridad para el papa Francisco

POR Rommy Buchholz | 22 abril 2025

Por años, la relación entre la Iglesia Católica y la comunidad LGBTQ ha estado marcada por la tensión, el juicio y el silencio. Sin embargo, en la última década, el Papa Francisco pareció introducir un tono diferente. Más humano. Más cercano.

Uno de esos momentos ocurrió cuando Sarah Kate Ellis, presidenta y CEO de GLAAD, organización estadounidense dedicada a monitorear los medios y abogar por los derechos LGBTQ, se reunió con el Papa en el Vaticano. 

Ellis, le compartió una historia personal, que si bien cargaba años de amor, también miedo institucionalizado. Ella, había dejado la Iglesia porque temía que sus hijos no pudieran ser bautizados. Ante esto, Francisco negó con la cabeza, entristecido.

“Lo mismo ocurrió cuando se reunió con personas trans”, contó Ellis a la revista People, tras la muerte del pontífice a los 88 años. “Parecía que su mente se estaba abriendo, y su corazón también”.

 

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La reunión de Ellis fue la primera de dos organizadas por GLAAD, en agosto de 2023 y 2024, con la intención de acercar al Vaticano las realidades vividas por personas LGBTQ en todo el mundo. Participaron activistas como Nava Mau, actriz trans y nominada al Emmy, y Clare Byarugaba, voz influyente desde Uganda.

El antes y después de la relación entre la Iglesia y la comunidad LGBTQ

El contexto no es menor: en 2013, Francisco sorprendía al mundo con una frase que marcaría su papado ante temas LGBTQ. “¿Quién soy yo para juzgar?”, respondió cuando se le preguntó sobre las personas homosexuales. 

Un contraste absoluto con la postura más rígida de su antecesor, Benedicto XVI, quien en 2008 se negó a firmar una declaración de Naciones Unidas que promovía la despenalización de la homosexualidad.

La primera reunión entre Ellis y el Papa ocurrió tras la entrega de un documento preparado por GLAAD que recopilaba las leyes que aún criminalizan a las personas LGBTQ en distintos países. Fue entonces cuando, en enero de 2023, Francisco declaró que dichas leyes eran “injustas”. Y agregó en una entrevista con Associated Press: “Ser homosexual no es un delito”.

En agosto de ese mismo año, Ellis viajó a Roma junto a otros representantes de GLAAD. Compartió su historia familiar, tiene dos hijos con su esposa, Kristen Ellis-Henderson, y abrió el corazón. “Nunca querías irte de su lado”, recordó. “Era simplemente una persona muy amable y encantadora”.

Ese mismo año, el Papa autorizó que se extendieran bendiciones a parejas LGBTQ, aunque sin modificar la postura doctrinal sobre el matrimonio, y permitió que las personas trans fueran bautizadas, siempre que no generara “escándalo público o confusión entre los fieles”.

Para Ellis, estos pasos eran significativos: “Permitieron que nuestra comunidad finalmente fuera reconocida como humana”, señaló. Sin embargo, ese camino no fue lineal. En abril de 2024, el Vaticano publicó un documento que afirmaba que las cirugías de cambio de sexo y la fluidez de género eran contrarias a la dignidad humana. 

“Cualquier intervención de cambio de sexo, en general, corre el riesgo de amenazar la dignidad única que la persona ha recibido desde el momento de la concepción”, decía el texto.

 

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Esta aparente contradicción motivó un segundo encuentro con el Papa. Ellis reconoció entonces que, si bien Francisco tuvo “errores” y “no fue perfecto”, también fue alguien “abierto a conversar” y a seguir aprendiendo. “El progreso no es perfecto”, reflexionó.

En esa segunda visita, realizada en agosto de 2024, Nava Mau recordó el impacto del momento: “Nunca en mi vida imaginé que estaría sentada junto al Papa en su residencia”, escribió en Instagram. “Le conté sobre mi infancia, mi trabajo con sobrevivientes de violencia y cómo la comunidad ha sido mi fe”. Ellis, guarda una imagen imborrable: “Él la miró directamente”, relató, “y le dijo que siguiera luchando”.

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