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Tras su complicado diagnóstico de cáncer, Shannen Doherty ha reflexionado seriamente sobre su funeral y arreglos funerarios. Y ha dado a conocer ciertos deseos que espera que sus familiares y amigos cumplan llegado el momento.
En el último episodio de su podcast Let’s Be Clear, la actriz, que actualmente vive con cáncer metastásico en etapa 4, compartió sus planes con su mejor amiga y ejecutora de su testamento, Chris Cortazzo.
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“Es una conversación tan lúgubre, pero también es divertida”, dijo. “Quiero que (mis restos) se mezclen con los de mi perro y quiero que se mezclen con los de mi papá. No quiero ser enterrada, quiero ser cremada”.
Doherty expresó su deseo de que sus arreglos finales sean “una mezcla saludable” de las opciones disponibles. Aunque no está segura de dónde esparcir sus cenizas, le interesa la idea de potencialmente usarlas para “convertirlas en un árbol”.
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También reveló que quiere “encontrar un lugar que a mi papá y a mí realmente nos encantara y que significara mucho para nosotros”, señalando que compartieron “tiempo precioso” juntos en Malibú, California.
Doherty, de 52 años, también compartió lo que ha imaginado para su servicio fúnebre, señalando que cuando se trata de los asistentes, prefiere que la lista sea “más corta”. Y que la lista de personas que no quiere allí es “demasiado larga”.
“Hay mucha gente que creo que vendría y a la que no quiero allí. No los quiero allí porque sus razones para venir no son necesariamente las mejores, como que realmente no les gusto. Y, ya sabes, tienen sus razones y está bien para ellos, pero en realidad no me quieren lo suficiente como para venir a mi funeral”.
Continuó: “Pero vendrán, porque es lo políticamente correcto y no quieren quedar mal, así que quiero quitarles presión y quiero que mi funeral sea como una fiesta de amor. No quiero que la gente llore ni que, en privado, estén como ‘Gracias a Dios que esa mujer está muerta ahora‘”.
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