Revista Velvet | El curioso culto que despierta una clásica película de terror musical en Halloween
Cultura Pop

El curioso culto que despierta una clásica película de terror musical en Halloween

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El curioso culto que despierta una clásica película de terror musical en Halloween

POR Carlos Loyola Lobo | 19 octubre 2022

The Rocky Horror Picture Show es la definición misma de película de culto. Se basa en el musical teatral de Richard O’Brien estrenado en 1973. Sin embargo, la película estrenada en 1975, no tuvo la repercusión esperada en su estreno. Pasó sin pena ni gloria por las salas de cine, pero el boca a boca fue generando un fenómeno superior a cualquier otro conocido hasta la fecha.

El estudio había invertido mucho dinero y no lo pudo recuperar en un comienzo. Pero al convertirse en una película de culto, terminó llevando más espectadores que muchos grandes éxitos de esa época.

Pero, ¿qué es una película de culto? Se les llama así a los filmes que son venerados por un público no muy numeroso pero sí muy fiel. Y que consume productos relacionados y genera un universo de hábitos y costumbres vinculados con la producción.

Muchas veces son películas rechazadas en su estreno por ser poco convencionales o polémicas, las que poco a poco son reconocidas por una audiencia leal y terminan llamando la atención de otros. Y esto las puede convertir en clásicos de la historia del cine.

The Rocky Horror Picture Show es el mejor ejemplo de cine de culto que existe: debajo de la definición de este tipo de películas, verán siempre una foto de esta película.

Es un musical que homenajea y parodia al cine de ciencia ficción y terror de las décadas del 30 y el 40, más específicamente las producciones del estudio RKO. No se trata de un musical clásico, sino más bien de una ópera marcada por el glam rock, un género musical que brilló en Gran Bretaña durante los años 70.

Ambigüedad sexual, androginia y travestismo marcan el lado estético de los músicos de aquellos años, siendo David Bowie el más talentoso y conocido. La película va un poco más allá y vista hoy queda claro que fue adelantada a su época.

The Rocky Horror Picture Show comienza con un criminólogo narrando la historia de una pareja recién comprometida, Brad Majors (Barry Bostwicky) y Janet Weiss (Susan Sarandon), quienes se quedan en panne de auto en medio de una tormenta y buscan refugio en un castillo cercano.

Allí encuentran a un grupo de personas extrañas y extravagantes reunidas para la Convención Anual de Transilvania. El líder es el Dr. Frank-N-Furter (Tim Curry), un científico travesti que arrastrará a la pareja a este lugar, mientras les enseña su creación: Rocky Horror. Éste es un atractivo joven rubio más cercano a un adonis nazi que a la criatura de Frankenstein. La osadía de este musical encaja con algunas ideas de la época, pero el mundo del cine no tuvo otro filme parecido por muchos años.

Las canciones, actuaciones y toda la historia se transformaron en devoción por parte de seguidores de la película alrededor de todo el mundo. Mientras la obra de teatro daba la vuelta al planeta, la película empezaba su camino hacia el culto inagotable que llega hasta la actualidad.

No solo los espectadores concurrían a cada proyección y se aprendían de memoria las canciones -como suele ocurrir con muchos musicales-, sino que empezaban a cantarlas durante la función y a ensayar en cada exhibición. Una interacción con la película que no tiene otro ejemplo tan extremo en toda la historia. Nacía un culto que hoy es un evento artístico en sí mismo.

Las clásicas funciones de viernes o sábado por la noche han sido el refugio de muchos espectadores que encontraron un lugar en una época donde la diversidad no era lo que es ahora. A las funciones suelen asistir actores disfrazados que actúan la película delante de la pantalla. Incluso se realizan concursos para ver quiénes son los que mejor logran los personajes. Pero no termina ahí: con el tiempo se fue volviendo costumbre llevar objetos para interactuar desde la platea.

A veces la organización que ofrece la función provee los objetos, pero en general son los espectadores quienes los llevan. Quien vaya a estas funciones debe saber que se explotarán globos, se tirarán rollos de papel higiénico, así como también arroz, papel picado y agua. Linternas y cornetas forman parte del equipo básico. Todas saben en qué escena deben usarlas.

En varias salas del mundo la película se sigue exhibiendo desde mediados de la década del 70, 47 años después de su estreno, y cada función se llena. Se estima que la suma de todas esas funciones hace que la taquilla actual de la película sea casi cien veces su costo inicial de producción. Incluso en el 2020, durante la pandemia, se podía ver a los fans con mascarillas en las funciones de la película.

A la luz de la celebración de Halloween, The Rocky Horror Picture Show se exhibe en más cines, sumando aún más espectadores. Lo paradójico, es que por más libertades que hay en la actualidad, no se ha instalado otra película o serie que se iguale en riesgo, libertad y locura a este clásico de 1975. Y que se convierte en un monumento al cine de culto y en amor por las películas que se salen de las reglas.

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