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Si hacemos un poco de memoria, esta noticia no es más que una medida cumplida por el actual monarca inglés. Recordemos que en su toma de poder en septiembre de 2022, Carlos III declaró la intención de abrir al público la mayor cantidad de palacios reales. Y es así como los seguidores de la monarquía inglesa, pero también los amantes de la arquitectura y de los palacios reales, podrán visitar el castillo de Balmoral a partir de los próximos meses.
Será la primera vez en los casi 200 años de la historia del castillo, al que se le permitirá el ingreso al gran público. Y como ya sabemos, esto es en respuesta a una solicitud directa del actual rey. Sin ir más lejos en esta política de apertura de espacios, el Palacio de St. James abrió al público por primera vez luego de la ascensión del hijo de Isabel II.
De la misma manera, en los últimos meses el propio Palacio de Buckingham ha tenido una política de acceso de visitas mucho más accesible, y esto como respuesta a un programa ampliado de visitas en días festivos. Una fuente cercana a la familia real cuenta que la noticia sobre Balmoral surge del deseo del rey de hacer cercanas al público las residencias reales.
La apertura de Balmoral comenzará con un periodo de prueba, que servirá para evaluar cómo se comporta el edificio con el aumento de visitantes. Ya se ha dicho en medios como The Telegraph que Balmoral no está concebido como una atracción turística, como sí lo es el palacio de Buckingham. Recordemos que, hasta el momento, el que fue el refugio favorito de Isabel II, tenía visitas de público pero se limitaban al salón de baile, los jardines y poco más. Ahora la prueba será en cómo hacemos sostenible este flujo constante de personas.
Las visitas coincidirán con la agenda real del verano europeo, antes de la llegada de los reyes para su descanso anual. Se efectuarán desde el 1 de julio al 4 de agosto y se pondrán a la venta 40 entradas diarias para la visita interior al recinto y que tendrán un valor entre 100 a 150 libras, además, si va por la tarde, lo podrán agasajar con un té.
La hacienda tiene una larga relación con la monarquía. El príncipe Alberto la compró para la reina Victoria en 1852. Victoria la describió como su “querido paraíso en las Highlands”; mientras que el príncipe William describió el amor de Carlos III hacia Balmoral diciendo: “Mi padre nunca es más feliz que cuando pasea por las colinas”.
