Fue el gran filme español del año pasado. Se lo ganó todo, incluso desplazando a Madres Paralelas, el último filme de un consagrado como Pedro Almodóvar. Pero El Buen Patrón, escrita y dirigida por Fernando León de Aranoa, además de ser un éxito de público, se llevó seis premios Goya, que son una suerte de Oscar del cine español, en las categorías principales. Fue la representante de España para el Oscar, no corriendo con gran suerte porque la competencia era fuerte. Pero estuvo nominada al mejor filme en el último Festival de Cine de San Sebastián y se llevó galardones en los premios Platino, Feroz y Fotogramas, entre otros. Sin embargo, un reconocimiento que se repitió en todas las ceremonias, fue el dedicado a su protagonista: Javier Bardem.

Pero Javier Bardem ya se había encontrado antes con el director Fernando León de Aranoa. Lo había hecho en Los Lunes al Sol, película que también fue la representante de España para los Oscar y que tampoco tuvo buena suerte. Los caminos con Almodóvar en aquella oportunidad también se juntaron. El director manchego se lucía con Hable con Ella, y al no ser la representante oficial de su país para la estatuilla dorada, Pedro corre por fuera y resulta ganador en la categoría de Mejor Guion Original. Los Lunes al Sol, en cambio, se fue con las manos vacías.

Pero dejemos el pasado atrás, porque con o sin Oscar, el futuro de El Buen Patrón ha sido harto más auspicioso, y el motivo por el que estamos hablando de ella es porque se ha confirmado su estreno en salas chilenas. La película donde el esposo de Penélope Cruz y ganador del Oscar por No Country for Old Men se estrenará comercialmente el próximo jueves 9 de junio en todo el país.

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La historia sigue al dueño de una empresa familiar de producción de balanzas industriales que debe poner a punto su negocio para ganar una distinción local a la excelencia empresarial. Blanco (Bardem) intenta devolver a su empresa el equilibrio perdido, intentando resolver los problemas de sus empleados y cruzando para ello todas las líneas imaginables. El Buen Patrón es un retrato de la despersonalización y el deterioro de las relaciones laborales, donde conceptos como la solidaridad, la ética y el bien común fueron desplazados por la lógica de las utilidades y el trabajo precario.