Cuarta en la línea de sucesión al trono de Noruega, Marta Luisa tuvo un matrimonio complejo con el polémico escritor Ari Behn, quien se quitó la vida en 2019, después de separados y tras varios escándalos. Con tres hijas adolescentes y un camino de profunda búsqueda, la excéntrica princesa –que dice comunicarse con animales y ángeles– ahora vive un ultra romántico capítulo de su vida. Y lo hace de la mano del guía espiritual de personajes como Gwyneth Paltrow y Chris Pine.
Había, en un reino muy no muy lejano, una princesa enamorada de un guía espiritual afroamericano. Si bien podría tratarse de una nueva temporada de “Bridgerton” para Netflix, es una historia muy real. En junio de este año, la princesa Marta Luisa de Noruega anunció su compromiso con “el chamán de las estrellas” y, en medio de críticas y hasta amenazas de muerte, la pareja afirma que estaban predestinados a encontrarse.
“El amor no juzga de dónde vienes o quién eres como ser humano. El amor crea puentes entre personas, culturas y religiones. Estamos felices de habernos encontrado a través de los continentes, etnia y origen social”. Con estas palabras, la única hija de los reyes Harald y Sonia de Noruega confirmaba su compromiso con Shaman Durek. Una historia atípica para una princesa como tal. Cuarta en la línea de sucesión al trono de Noruega, estuvo casada con el polémico e irreverente escritor Ari Behn, quien se quitó la vida, sumido en una profunda depresión durante la Navidad de 2019. Para ese entonces, Marta Luisa y el artista llevaban tres años divorciados, luego de 15 años de matrimonio y tres hijas: Maud Angélica, de 19 años; Leah Isadora, de 17, y Emma Tallulah, de 13. “Lo hemos intentado durante mucho tiempo, pero nos resulta imposible continuar el camino juntos. Nos sentimos culpables porque no somos capaces de crear un lugar seguro para compartir con nuestras hijas. Oramos y esperamos lograr paz en este delicado proceso”, decía el comunicado que confirmaba el quiebre. Ari Behn nunca fue parte de la Corona y el rey de Noruega se encargó de dejarlo claro, al confirmar que el novio no formaría parte de la familia real ni protagonizaría actividades en su representación. La polémica, de alguna u otra forma, siempre iba con él.
En 2017, en medio del escándalo del actor Kevin Spacey por abusos, el escritor revelaba en una entrevista que en 2007 vivió un momento incómodo con el protagonista de “House of Cards” durante un concierto en el Oslo Spektrum, en el marco de la entrega del Premio Nobel de la Paz: “Tras el espectáculo estábamos conversando. Él estaba sentado junto a mí. Después de cinco minutos, me dijo: ‘Oye, salgamos a fumar un cigarro’, y mientras me lo decía me tocó la entrepierna por debajo de la mesa”, explicó en la entrevista al periodista Michael Andreassen.
Todo quedó en una anécdota para Behn; una más de su repertorio, que incluye un polémico video en el que criticaba al entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, y se pronunciaba a favor del régimen talibán, y su participación en un documental donde aparece consumiendo cocaína junto a unas prostitutas, de vagabundo por Londres y vestido de drag queen por Barcelona. Ya divorciado, publicó “Inferno”, un libro en el que afirmaba: “la Reina Sonia me asesinaría su pudiera”. Su vida era un caos, algo que reflejaba en sus textos. Y en uno de ellos, titulado “100 golpes antes de irme”, retrató a una princesa con un brazo roto. Su mensaje hacia la realeza era todo menos enigmático.
“Sé que tarde o temprano me van a expulsar de la Casa Real noruega. Soy patológicamente desafiante, rebelde e infantil. Creo problemas y meto a la gente en situaciones comprometedoras y peleas estúpidas. Es muy difícil vivir conmigo”, confesó Behn aún casado. Al poco tiempo de anunciar su divorcio ya no vivían juntos, y el punto final lo puso el escándalo protagonizado por Ari Behn y la bloguera noruega Marta Haugan, luego de unas fotos publicadas por la citada. En ellas, él hundía su cabeza en los pechos de ella. “¡Qué fotos más excitantes…! Cuando estoy borracha hago travesuras”, escribió Haugan en redes sociales. Aquella humillación fue suficiente y, según los expertos, Marta se rindió a su cruzada por salvar a su caballero de las sombras. El divorcio era un hecho y ella se sumergió en una búsqueda de paz espiritual que la llevaría hasta el chamán de sus sueños.
MARIDO Y MUJER EN MÚLTIPLES VIDAS
Aun cuando el caos envolvía a su exmarido, la princesa tenía lo propio. La excéntrica Marta Luisa dice tener superpoderes que le permiten comunicarse con animales y ángeles. Es más, en 2007 creó su propio centro llamado Escuela de Ángeles, donde enseñaba a ponerse en contacto con espíritus celestiales. Incluso su cuñada, la princesa Mette-Marit, casada con el príncipe heredero Haakon de Noruega, lo ha confirmado: “Tiene unas manos muy cálidas. Muchas personas tienen las manos cálidas y buenas, pero ella tiene un pequeño sol en las suyas”.
Basado en estos antecedentes, que el chamán Durek Verrett llegara a su vida parece más bien la segunda temporada de una historia bien contada. Tal como ellos revelaron en una entrevista a Vanity Fair en 2020, una princesa divorciada llamó a la puerta del chamán de las estrellas. “Nos hemos visto antes”, dijo ella y agregó: “yo te conozco”. “Sí”, respondió él, “estábamos destinados a conocernos antes de nacer”.
Si bien las primeras fotografías de ellos juntos se remontan a noviembre de 2018, confirmaron su relación en 2019 y la princesa respondió a los críticos: “No elijo a mi hombre para satisfacer a ninguno de ustedes, ni a las normas”. Marta Luisa llegó a él como clienta y se enamoraron.
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“Enamorarse de una clienta fue lo último en lo que pensaba Shaman Durek. Pero su atracción mutua era inevitable. Los dos creen que se conocen desde hace muchas vidas y que, en esta, se supone que deben ayudar a sanar el mundo”, aseguró entonces un amigo de Durek al Daily Mail. Y agregó: “Él cree que fue un rey en unanvida pasada y que él y la princesa Marta fueron marido y mujer en múltiples vidas”.
Shaman Durek, como se hace llamar, sostiene haber regresado de entre los muertos y afirma que supo que era chamán cuando tenía dos años. Sin embargo, no comenzó a entrenarse hasta los once. Hijo de una noruega-india y un africano-haitiano, nació en Estados Unidos y afirma haber estado “muerto”. “Cuando desperté de un mes de coma, me dijeron que nunca volvería a caminar y que no tenía mucho más de un mes de vida. Siete especialistas diferentes me dijeron que no había esperanza. Pero recibí visitas de seres poderosos que me entregaron mensajes sobre cómo tenía que poner mi mente para sobrevivir a esto”, suele contar en sus charlas.
Actualmente, y debido a su fama, vive en Los Angeles, donde es conocido como “el chamán de las estrellas” —Gwyneth Paltrow y Chris Pine, entre ellas—, un apodo que no es de su agrado. “Todo el mundo me presenta así. Pero yo odio a ese tipo. Quiero matarlo”, reveló a Vanity Fair. Además de dar charlas por el mundo y vender libros, el chamán imparte sesiones de meditación y tiene un sitio web donde ofrece peculiares productos. Entre ellos, el “optimizador del espíritu”, un amuleto que, según él, ayuda a reorganizar energías, entrar en contacto con nuestro interior y así poder encontrar la energía para llevar a cabo nuestros proyectos.
La pareja afirma que su amor estaba predestinado. Verrett cree que fue rey de Noruega en otra vida y cuenta que, cuando tenía 14 años, su madre, una médium, le dijo que se casaría con la princesa de Noruega. “Yo debería estar con un consejero delegado, con un lord o alguien así, de alto nivel. Estar con un chamán es algo extremadamente fuera de lo normal. Es una locura”, confesó Marta a Vanity Fair. La pareja, que ha vivido bajo el ojo de la crítica desde que confirmó su relación, pasó gran parte de su historia separada debida la pandemia y ahora, contra viento y marea, planean su matrimonio. Pero las críticas han sido una gran revelación para la pareja. Ambos han recibido amenazas racistas de muerte; se dijo que él tenía ojos de serpiente y que había hechizado a la princesa. “Entrar en su vida siendo una persona de piel oscura, siendo un chamán… A mucha gente no le gusta la idea y muchos de los mensajes que recibiría de la gente alrededor del mundo serían: no los queremos juntos. Y vienen de ambos lados”, confesó Durek en el programa estadounidense conducido por Tamron Hall. La negativa fue tal que ella pensó en dejarlo, pero él encontró las palabras precisas. “Pasaré por el fuego contigo. Pasaré por el hielo contigo. Pasaré por cualquier cosa que se nos arroje, porque nuestro amor puede resistir cualquier cosa”, le dijo en aquel difícil momento.
Su relación nunca ha sido fácil y, ya antes de la pandemia, la tragedia los puso en el ojo del huracán. Oficializaron su relación
en mayo de 2019 y para Navidad, Durek viajó a Oslo ese mismo año. El día 25 fueron a la iglesia, invitados por el rey Harald, pero cuando volvieron a casa se enteraron de que el exmarido de Marta Luisa se había suicidado. De inmediato, la gente apuntó a la pareja, aun cuando se sabía de los problemas de salud mental que afectaban a Ari Behn. “Dijeron que había sido por culpa mía y de Durek; que, de no haber sido por Durek, esto no habría ocurrido”, dijo la princesa a Vanity Fair.
“Tuve mucha suerte de tener el apoyo de Durek, mi familia y mis amigos, pero sientes un vacío. De repente, yo era madre soltera, y eso ya es algo muy distinto, y, por supuesto, el dolor, la ira, la autocompasión, la tristeza por no volver a verlo… Es devastador”, afirmó Marta Luisa en ese momento.
Ella y Ari llevaban tres años divorciados y él tenía una novia. Es más, la princesa cuenta que cuando Ari y Durek se conocieron, Behn le dijo que siempre supo que estaría con alguien más espiritual y se alegraba por ella.
La princesa y el chamán confirmaron su compromiso a través de redes sociales en junio. “Juntos, como una pareja espiritual y conmovedora, usaremos nuestro poder para ayudar a las personas a crear un mundo basado en el amor y la aceptación. Cambiaremos el mundo a través de nuestro amor”, escribió Durek. Una tarea que no resulta fácil y mucho menos en una relación a distancia, al menos por ahora, ya que Marta Luisa no tiene pensado irse a Estados Unidos debido a sus hijas.
“No quieren ‘Bridgerton’ en la vida real” es la conclusión que ha sacado la princesa. Marta Luisa de Noruega asegura que nunca se sintió como alguien de la realeza, no porque no quisiera a su familia, sino más bien por lo sola que se sintió mientras crecía. Ella quería estar al aire libre y no tener que pedir permiso para respirar. Para su suerte, la hija de los reyes Harald y Sonia nació en una generación en la que casarse por amor es posible, y así la dejaron. “Estoy muy feliz de anunciar que estoy comprometida con.el chamán Durek, el único que hace que mi corazón salte, el único que me ve y me comprende con todo mi potencial, el que me hace reír y con quien puedo ser vulnerable”, ha escrito la princesa.