Para este Día del Libro, el jueves 23 de abril, en Gijón se impulsó la idea de salir a los balcones a aplaudir, pero con un libro en la mano. Además, se propuso que fuera en homenaje al escritor chileno Luis Sepúlveda, quien fue residente de esa ciudad asturiana y murió el reciente 16 de abril por coronavirus, en el Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo.
Sepúlveda residía en Gijón, desde 1997. Fue periodista, guionista y cineasta; pero, por sobre todo, uno de los autores latinoamericanos más leídos en Europa. Así lo señaló el diario El País al escribir un reportaje sobre su muerte. La Deutsche Welle detalló que Sepúlveda fue el primer diagnosticado con Covid-19 en Asturias y que sus síntomas iniciales aparecieron el 25 de febrero, tras haber asistido al festival literario Correntes dÉscritas, en Portugal.
España, Francia, Italia y Alemania son algunos de los países que han disfrutado de sus obras. Para muchos, la más conocida es Un viejo que leía novelas de amor (1989). Nombre de Torero (1994) es la más autobiográfica. Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar (1996) y La sombra de lo que fuimos (2009), son otras de sus destacadas.
El escritor, casado con la poetisa Carmen Yáñez, nació en 1949, en la ciudad de Ovalle, en la Región de Coquimbo. Su padre era un militante comunista y su madre era una enfermera de origen mapuche. Al seguir la línea política paterna, tras el 11 de septiembre de 1973, estuvo detenido y luego tuvo que partir al exilio. Alemania fue su primer destino.
Fue un gran viajero. Incluso, activista de Greenpeace. Cada tanto se establecía en nuestro país y daba entrevistas. Aquí, dejamos una valiosa conversación con el conductor y escritor Pablo Mackenna.
Retrato Luis Sepúlveda: Heraldo.es