Desde hace un tiempo que Elon Musk es el hombre más rico del mundo. Hoy su fortuna alcanza los 230.000 millones de euros. Y eso antes de que se confirmase la compra de Twitter por 44 millones de dólares. Una historia de vida que lo ha llevado desde Pretoria, su ciudad natal en Sudáfrica hace 51 años, a Texas en Estados Unidos, ciudad donde vive hoy. Ahí divide su tiempo entre Austin, donde tiene sede su compañía Tesla –la marca de autos eléctricos que lo convirtió en un súper millonario, y Brownville, a 565 kilómetros, donde tiene su plataforma de lanzamiento Space X, la empresa con la que quiere conquistar el espacio exterior. Entre ambas sedes se permite uno de sus mayores lujos: trayectos cada pocas semanas a bordo de su Gulfstream G650, un jet privado de unos 60 millones de euros que, sólo en combustible, consume cerca de 9.000 euros en viajes de 40 minutos.
En el resto de su vida, Musk es bastante más relajado, al punto que su pareja Grimes, con quien ha pasado los últimos tres años, y con la que tiene un hijo natural y una hija mediante vientre de alquiler, ha confesado que era un poco tacaño a la hora hasta de comprar colchones cuando los viejos se llenaban de agujeros. Sus excéntricos hábitos también se extienden a sus propiedades: “no vive como un milmillonario. incluso a veces vive por debajo de la línea de exclusión social”.
Musk presume de esos hábitos. En Twitter contaba que después de una de sus crisis con Grimes, quien además mantiene una relación con Chelsea Manning, y actualmente está separada de Musk, aunque es difícil seguirles el ritmo, el millonario se dedicó a vivir de casa en casa de amigos. En 2018, contó en una entrevista en CBS que dormía en su compañía Tesla para “ahorrar tiempo de ir a casa y ducharme”, cuando la producción de los Tesla Model 3 no cumplió los objetivos.
Su obsesión por el trabajo y sus problemas para relacionarse es algo que pueden confirmar sus padres, que se divorciaron cuando Elon tenía ocho años: su madre, Maye Musk, además de contar los años de maltrato que sufrió a manos de Errol Musk, quien se quedó la custodia de los niños, ha contado que Elon era como una Wikipedia viviente: “siempre tenía la nariz metida en un libro. Era como una esponja; absorbía muchísima información. Lo llamábamos la enciclopedia con patas. Después lo bautizamos como el genio; lo llenábamos de preguntas sobre cualquier cosa y él siempre resolvía todas nuestras dudas. Por entonces todavía no existía Internet. Supongo que ahora lo podríamos llamar así, el Internet”.
Su padre, en una entrevista a Forbes, contaba que Elon siempre fue “un pensador introvertido”, una persona que iba a las fiestas de la gente y se ponía a leer los libros que había por ahí en vez de socializar. Dificultades que también vienen de una infancia traumática. Pese a la fortuna familiar, su padre heredó una mina de esmeraldas y llevó a sus hijos por medio mundo, Elon fue víctima de acoso escolar, y hasta terminó en un hospital cuando sus abusadores lo tiraron por unas escaleras. Como el mismo Elon confesaba en otra entrevista, su mayor infelicidad es la soledad.
En esa entrevista en Rolling Stone, el multimillonario era retratado como un desastre humano. Se sinceraba sobre su reciente ruptura: “acabo de terminar con mi novia -Amber Heard, en ese entonces- y me siento muy mal. Bueno, para ser exactos, ella me ha dejado a mí”, y seguía diciendo que “si no estoy enamorado, si no estoy en una relación seria, no puedo ser feliz. Dormir solo me mata”. En la entrevista, Musk confiesa que desde niño su mayor deseo era “no estar solo”.
La relación con sus hijos es parecida a la que tenía su padre con él: los lleva habitualmente a viajes por medio mundo, aunque de forma privada: Musk no tiene Instagram –ni tampoco quiere– y las pocas fotos de él con sus hijos las han subido sus ex parejas, Heard y Grimes. Con Amber Heard ya sabemos que lloró su pérdida en entrevistas públicas diciendo que era “el amor de mi vida”. Curiosamente repitió la misma frase Grimes al anunciar su segunda ruptura con Elon. Y quizás no sea la última, si nos hacemos una idea de lo intensa de la biografía del hombre más rico del mundo.