Dicen los expertos que 1997 fue musicalmente un año para enmarcar. A saber: Radiohead se consagra como una banda mundial al lanzar su aplaudido OK Computer; Björk lanzó Homogenic, y desde Francia el duo electrónico Daft Punk revoluciona las pistas de baile con Homework. Por su parte, y pese a la desgracia, Elton John se lanza el hit Candle in the Wind en homenaje a Diana de Gales y el mundo conoce al fenómeno de multitudes británico llamado Spice Girls. Pero 1997 también estuvo marcado por un fenómeno conocido por todos, los llamados “one-hit wonders”. Éxitos que sonaron hasta el hartazgo, algunos hasta el día de hoy, pero de cuyos intérpretes se supo poco y nada luego de alcanzar el cielo. Acá te presentamos y recordamos cinco de ellos. Imposible olvidarlos.
MMMBop: el chicle que los Hanson convirtieron en himno
¿Qué es esto? ¿Una broma? Y es que en los noventa escuchamos muchas canciones que nos hicieron pensar eso. Sin ir más lejos, pongan Scatman en sus reproductores de Spotify y sabrán de lo que les hablo. Así que esta pegajosa canción interpretada por tres hermanitos rubios de pelo largo comenzó siendo un demo en 1996 y no fue hasta el siguiente año que se adueñaron y saturaron en todas las radios. Llegaron al número uno en 12 países y su disco debut Middle of Nowhere vendió 10 millones de copias. ¿Qué otro grupo de tres hermanos adolescentes pueden jactarse de estas cifras y sumar tres nominaciones al Grammy? Ninguno.
Qué fue de ellos y dónde están ahora. A finales de 1997 lanzaron el mentado disco de villancicos y algún rédito sacaron. Sin embargo tres años después la llama se apagó por completo cuando lanzaron This Time Around, su segundo disco, con el que apenas vendieron un millón de copias. La casa discográfica Universal se cansó de ellos y crearon un sello independiente, 3CG Records. Desde entonces han sacado siete discos más (cabe destacar String Theory de 2018 junto a la Orquesta Sinfónica de Praga) y fundaron una pequeña empresa de cervezas artesanales. En 2021, aparte de lanzar Against the World, concursaron en la edición estadounidense de ¿De quién es la máscara?. Haciendo cualquier cosa antes que caer en el olvido.
Bitter Sweet Symphony: un éxito amargo para The Verve
Richard Ashcroft y sus escuderos estuvieron a punto de convertirse en los nuevos héroes del brit pop. Si bien sus dos primeros trabajos discográficos de 1993 y 1995 no fueron gran cosa, su suerte cambió en 1997 con Urban Hymns. Su hit estrella, Bitter Sweet Symphony, fue elegido mejor single del año por las revistas Rolling Stone y NME. Aunque aquello marcó el principio de su éxito musical. Antes de su publicación, el quinteto había pedido permiso a los Rolling Stones para samplear una breve secuencia de cuerdas en staccato de la versión sinfónica de la canción The Last Time, registrada en 1965 por The Andrew Oldham Orchestra. Inicialmente, Mick Jagger y compañía accedieron a que The Verve usaran un fragmento de cinco notas a cambio del 50% de los royalties. Pero una vez que la canción se apoderó de las radios, Allen Klein, el ya fallecido manager de los Stones, anuló el acuerdo alegando que se había usado un fragmento más largo y denunció por plagio a Ashcroft.
Qué pasó con ellos y dónde están ahora. El líder de The Verve se vio obligado a pagar los derechos tanto a Jagger como a Keith Richards. Tras bambalinas, la situación no fue mucho mejor: tal era la mala relación que había entre Ashcroft y el guitarrista Nick McCabe, que el grupo anunció su separación en abril de 1999. En 2008 hubo un amago de reconciliación con la publicación del disco Forth, pero la alegría duró poco porque al año siguiente rompieron otra vez. Ashcroft, quien ha construido una sólida base de fans a través de seis discos en solitario, en mayo de 2019 anunció algo inesperado: “Desde el mes pasado, Mick Jagger y Keith Richards han cedido todos sus derechos de publicación de Bitter Sweet Symphony, lo que ha sido una acción verdaderamente amable y magnánima por su parte”. Después de años de no recibir ni un peso por su canción estrella, al fin puede vivir de las rentas.
Barbie Girl: Come on Barbie, let’s go party (excepto Mattel)
Que Suecia es la superpotencia del pop lo saben en todas partes, pero en el verano de 1997 estos daneses ganaron la batalla con un pegajoso hit que llenaron las listas de ventas. Barbie Girl, más que una canción, fue un fenómeno en sí mismo. Un cuarto de siglo después todavía hay quienes cuestionan su letra infantil y la interpretación vocal de Lene Nystrøm y René Dif. Pero lo que pocos notaron es que este hit mundial era una crítica contra la sociedad de consumo y los estereotipos de género que la marca de juguetes Mattel ha cultivado durante décadas con su producto estrella. La broma llegó al número siete del Billboard Hot 100, algo raro para un éxito que salió lejos de Estados Unidos y sumó 14 millones de copias de su álbum debut, Aquarium, que por acá tuvo unos tres o cuatro éxitos que sonaron bastante en las radios y en las discos de la época.
Qué pasó con ellos y dónde están ahora. A finales del 2000, Mattel demandó a su sello discográfico que los publicó en Estados Unidos, MCA Records, porque consideró que el sencillo sexualizaba y difamaba la reputación de la famosa muñeca. Sorprendentemente, el juez Alex Kozinski falló a favor de los daneses. “Con Barbie, Mattel creó no solo un juguete, sino un icono cultural. La fama suele conllevar una atención no deseada. Se aconseja a las partes que se calmen”, dejó por escrito en la sentencia que se hizo pública en 2002. Para entonces, Aqua llevaban un año separados. Lene, quien durante dieciséis años estuvo casada y tuvo dos hijos con su compañero de banda, el teclista Søren Rasted, intentó sin suerte abrirse camino en solitario. René, por su parte, fundó una compañía de snacks y salsas llamada Diffood y dirige un popular food truck en Copenhague. En 2011 hubo un tercer disco llamado Megalomania y siguen activos como trío (el guitarrista Claus Norreen se retiró de la música en 2016), pero a estas alturas son motivo de nostalgia pura.
Torn: demasiado éxito para Natalie Imbruglia
Al igual que Kylie Minogue, esta australiana de rostro angelical aprovechó su paso por una serie de televisión de su país para dar el salto a la música. Se presentó en sociedad con Torn, una canción originalmente compuesta en 1993 por la banda de rock estadounidense Ednaswap, pero sin pena ni gloria. La versión de Natalie Imbruglia en cambio, se alzó como número uno en Bélgica, Suecia, Dinamarca, España y Canadá. Por si fuera poco, sigue siendo la canción más escuchada en radios en Australia y el tema noventero más escuchado en radioemisoras británicas.
Qué pasó con ella y dónde está ahora. Imbruglia vendió siete millones de copias de su LP de debut, Left of the Middle, una cifra muy por encima del millón que despachó cuatro años más tarde con su segundo trabajo musical, White Lilies Island. A cualquiera le hubiese dolido un fracaso comercial como ese, pero para Natalie fue un alivio porque no se sentía preparada para manejar la meteórica fama que le trajo aquel single. Shiver tuvo éxito en 2005 en Gran Bretaña, pero no se replicó en el resto del mundo. Sobre su enorme éxito inicial, la cantante confesó en las páginas de The Irish Times: “Claro que me afectó. Después del primer álbum me mudé a Windsor, a una vieja casa, y estuve hibernando. Me volví un poco agorafóbica. Había mucha presión”. Su sexto y por ahora último álbum de estudio, Firebird, fue grabado durante la pandemia e incluye temas coescritos junto a KT Tunstall, Albert Hammond Jr. de The Strokes o Romeo Stodart de The Magic Numbers. Lo que sí está claro es que tiene buen gusto para escoger a sus colaboradores.
Laura no está (y en realidad sonaba en todas partes)
Filippo Neviani, más conocido como Nek, supo beneficiarse más que nadie de su paso por el Festival de San Remo en 1997, donde quedó séptimo con Laura non c’è. Astutamente, se encerró en un estudio para grabar su primer disco en español y en tiempo record todos los países que hablamos el castellano caímos rendidos a sus pies. Gracias a esta versión consiguió vender dos millones de copias en el mundo. Y aunque durante un tiempo se especuló acerca de a quién iba dedicada la canción, lo cierto es que no estaba dedicada a su compatriota Laura Pausini, que nunca estará en una lista de one-hit wonders como esta.
Qué ha sido de él y dónde está ahora. Aunque por estos lados nunca más supimos de él, en Italia es de los pocos que anuncia concierto y los tickets se agotan al instante. Desde aquel éxito, ha publicado tres discos recopilatorios y continúa trabajando sin descanso. El último fue Il mio gioco preferito, un álbum dividido en dos partes que aún está pendiente de publicarse en español. Al parecer hay Nek para rato, aunque fuera de sus fronteras solo se mantenga a Laura en el recuerdo.