Si Benedict Cumberbatch no tiene cuidado, podría quedarse pronto sin papeles soñados que interpretar. Desde los primeros días de su carrera, el actor nominado al Oscar no ha ocultado que había dos roles que deseaba hacer por encima de todo: Hamlet y Patrick Melrose, el protagonista de la aclamada serie de novelas de Edward St Aubyn. En 2015, el actor británico se subió a un escenario en Londres para declamar el célebre texto del “ser o no ser”. Tres años después, protagonizó Patrick Melrose, la adaptación televisiva de Showtime de la mencionada serie de libros, por la que obtuvo nominaciones al Globo de Oro y al Emmy. Si aparecer en algunas de las películas más taquilleras de la historia desde que es un personaje Marvel era otro de sus deseos, también lo ha cumplido. Su siguiente desafío está a punto de estrenarlo con Dr. Strange en el Multiverso de la Locura, que veremos en cines desde el próximo jueves 5 de mayo.
Está claro que hasta ahora, Benedict Cumberbatch ha tenido una carrera inusual. Si ese era su objetivo, definitivamente lo ha conseguido. A sus 45 años, el actor inglés ha interpretado muchos papeles icónicos desde que comenzara a tener un fiel contingente de seguidores a partir de su celebrada interpretación como el detective más famoso del mundo en la serie de la BBC, Sherlock. Después conquistaría al sector más “nerd” con su Khan en la versión moderna de la saga Star Trek y finalmente dando vida al Doctor Strange dentro del universo Marvel. Mientras, ha tenido tiempo de conseguir una nominación al Oscar por su magnífica interpretación del matemático y pionero científico de la computación británico Alan Turing en la película El Código Enigma. En esa ocasión se quedó a las puertas de hacerse con la codiciada estatuilla dorada, sucediéndole lo mismo este año por su gran protagónico en la producción de Netflix, The Power of the Dog, cuyo Oscar se lo arrebató -a nuestro parecer injustamente- el hoy por hoy cancelado Will Smith.
Con la actuación que la lleva en la sangre, este hijo de dos actores, Timothy Carlton (cuyo apellido real era Cumberbatch) y Wanda Ventham, en su época de estudiante comenzó a participar en obras de teatro en su escuela, con papeles en obras de William Shakespeare como en El sueño de una noche de verano. Luego se tomó un año sabático entre el colegio y la universidad, dedicándose a enseñarle inglés a monjes budistas tibetanos en la India. Luego de su regreso a Gran Bretaña, estudió arte dramático en la Universidad de Mánchester y obtuvo un máster en interpretación clásica en la London Academy of Music and Dramatic Art. Al principio de su carrera, utilizaba el nombre artístico de su padre, Carlton pero, animado por un colega, empezó a aparecer con el apellido original e inusual de la familia para atraer una mayor atención profesional. Y al parecer la decisión tuvo su efecto. Después de los primeros años en los que se dedicó a interpretar obras de teatro clásicas con la New Shakespeare Company, se fue convirtiendo en un rostro familiar en la televisión de su país, interpretando papeles secundarios en series como Tipping the Velvet y Silent Witness. En 2005 conseguiría su primera nominación al BAFTA como mejor actor por su interpretación del físico Stephen Hawking en la película biográfica de la BBC, Hawking.
Luego de conseguir su primer papel importante en el cine con la película Amazing Grace y tener un rol secundario aunque relevante para la historia en la premiada Atonement, en 2010 llegaría la popularidad en grande cuando se alza como protagonista de la serie Sherlock, basada en los relatos de Sir Arthur Conan Doyle, pero situando a los personajes en el Londres del siglo XXI. Más premios, trabajos junto a Steven Spielberg y su bien recibida interpretación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, marcaron los siguientes años de su carrera en la que también destacó cuando prestó su elegante voz al dragón animado por computador, Smaug en la adaptación de El Hobbit.
Con cierta aura de personaje peculiar y con una fisonomía en el rostro que lo vuelve particular, hace pocos meses confesaba en WTF, el podcast de Marc Maron, el episodio más violento que había vivido en su vida. Benedict Cumberbatch relató una historia de sus primeros viajes, cuando fue secuestrado, encerrado en el maletero de un auto robado. Todo ocurrió en 2004 cuando viajaba con un amigo por Sudáfrica, mucho antes de que fuera conocido por interpretar a Sherlock o al Doctor Strange. “Nos detuvimos y de los arbustos, salieron unos tipos y nos metieron en el auto, se salieron de la carretera y robaron el auto. Me metieron en el maletero y en un momento dado me ataron los cordones de los zapatos a las muñecas. Al final nos dejaron en paz cuando les dimos las tarjetas y el dinero. En total, nuestro secuestro duró dos horas y media”, recordó el actor.
Discreto en lo personal, el inglés ha hablado en contadas ocasiones acerca de su vida privada. Se sabe que mantuvo una relación de doce años con Olivia Poulet, a la que conoció en la Universidad de Mánchester, y de quien se separó en 2011. En 2015 se comprometía con la también actriz y directora de cine Sophie Hunter, durante lo que ambos describieron como una jornada “mágica”. Juntos tienen tres hijos. A ellos se refería el actor en una reciente entrevista para la revista Esquire. “Me gusta mucho mi trabajo. Cuando trabajo, quiero trabajar duro. Tiene que merecer la pena dejar a mi familia y mi casa para hacerlo. Para que ellos… oh, esto suena raro, pero supongo que para validar que yo no esté ahí. Si puedo salir con una nueva habilidad y llamarlo trabajo, qué suerte. Eso me ahorra unas cuantas clases nocturnas o el tiempo que no tengo”, confesaba. Un tiempo que para su última película ambientada en el oeste, The Power of the Dog aprovechó para meterse por completo en su personaje. Así, se dedicó durante meses a saber cómo forjar una herradura y también a tocar horas y horas el banjo hasta convertirse en todo un experto. “Realmente quería llegar a ser de clase mundial en el banjo”, contaba Benedict en entrevistas. “Pero no lo soy en absoluto. Estoy muy lejos de serlo”.
Propietario de su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, confesó la curiosa manera en la que se enteró de su nominación a los Oscar 2022. Cumberbatch le contó al New York Times que todo el mundo se enteró de la noticia antes que él, ya que estaba durmiendo cuando se confirmaron las nominaciones y no había encendido su móvil. “Así que lo encendí y les expliqué a tres caritas un poco confundidas lo que significaba y por qué me reía y sonreía tanto, y tuvieron diferentes respuestas. No hablo de mi vida privada, pero es algo que estoy dispuesto a compartir. Fue un momento encantador para compartir con mis hijos”.