Lejos de limitarse a la práctica deportiva, las zapatillas se han consolidado como un elemento clave en la moda urbana. Según proyecciones Statista, el mercado global de calzado deportivo alcanzará los US$89.340 millones en 2025. En Chile, un estudio de Ipsos reveló que 8 de cada 10 personas utiliza zapatillas a diario, ya sea por comodidad, funcionalidad o estilo.
Además del crecimiento económico de la industria, estas cifras evidencian la relevancia cultural que ha adquirido este tipo de calzado. En esta línea, el fenómeno del retrorunning ha irrumpido con fuerza en las pasarelas más prestigiosas, seduciendo a diseñadores como Louis Vuitton, Doublet e Issey Miyake. ¿De qué se trata? En términos simples, esta corriente rescata modelos clásicos de running, diseñados originalmente para correr largas distancias.
“El calzado deportivo tuvo un impacto muy fuerte en la cultura urbana porque era más que funcional: era una declaración. Las zapatillas construyeron identidad en las calles mucho antes de llegar a las pasarelas”, comenta Jorge González, docente de Diseño en Duoc UC.
No se trata solo de percepción. Tan solo en TikTok, el hashtag #Retrorunning acumula casi 29 millones de visualizaciones, y celebridades como Billie Eilish, Olivia Rodrigo, A$AP Rocky y Hailey Bieber han sido fotografiadas luciendo outfits inspirados en esta tendencia. Su impacto en la Generación Z, que reinterpreta con frescura los códigos de moda de sus padres o hermanos mayores, es innegable.
Para González, el retorno de estas zapatillas tiene una raíz emocional. “La nostalgia es un motor de consumo clave. Quienes crecieron en los años 80 y 90 buscan reconectar con esa época a través de siluetas clásicas, colores icónicos y detalles que evocan recuerdos personales”, señala.
En este contexto, marcas deportivas con legado han encontrado una oportunidad para revalorizar su archivo. ASICS, por ejemplo, ha relanzado modelos emblemáticos como el GEL-KAYANO 14, el GEL-LYTE III o el GEL-NYC, integrando materiales de alto estándar, sistemas de amortiguación y un enfoque renovado en la comodidad.
“El retrorunning es una forma de rendir homenaje a siluetas clásicas que marcaron historia. En ASICS, con la categoría SportStyle, nos enfocamos en mantener su esencia, pero adaptándolas al presente, tanto en términos estéticos como tecnológicos”, señala Lucía Campusano, Marketing Coordinator de ASICS Chile.
Para la ejecutiva, el auge de estas siluetas no es casual. “Hoy las personas buscan verse bien, pero también sentirse bien. El diseño atemporal tiene un valor que trasciende generaciones, y por eso la innovación no está reñida con la tradición”, agrega.
No es posible comprender el origen de esta tendencia sin sumergirse en el pasado. Antes de los años 70’, salir a correr por placer era una práctica reservada para los atletas profesionales. Sin embargo, entre 1980 y 1990, el running se convirtió en un auténtico estilo de vida, especialmente en países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Japón.
Paralelamente, el calzado deportivo tuvo un impacto muy fuerte en la cultura urbana, en una época en la que el deporte era uno de los pocos espacios donde la comunidad afrodescendiente podía destacar. En este contexto, las zapatillas se convirtieron en un símbolo de resistencia, orgullo y pertenencia, que luego se trasladó a la cultura hip-hop.
Así nació un vínculo entre zapatillas, música, identidad y calle, que hoy sigue vigente. Y aunque las modas cambian, el mensaje detrás de este retorno es claro: mirar al pasado puede ser una forma de avanzar.