Cultura Pop

De la nostalgia al lujo: Cómo la ropa de segunda mano conquistó a los chilenos

De la nostalgia al lujo: Cómo la ropa de segunda mano conquistó a los chilenos
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De la nostalgia al lujo: Cómo la ropa de segunda mano conquistó a los chilenos

POR Rommy Buchholz | 04 mayo 2025

Hubo un tiempo en que decir “es de segunda mano” era sinónimo de necesidad. Hoy, se traduce en estilo, conciencia y deseo. En un mundo cada vez más saturado de fast fashion, los chilenos están girando la mirada hacia el pasado. Pero no con nostalgia, sino con estrategia. 

Comprar segunda mano ya no es una necesidad: es una declaración. Las cifras lo confirman y las redes sociales lo amplifican. En Chile y el mundo, la reventa de moda vive un auge imparable, impulsado por una generación que cuestiona el consumo rápido, valora la calidad y encuentra en lo vintage una nueva forma de lujo.

Según datos de la consultora ThredUp, el mercado global de ropa usada crecerá un 127% para 2026. En ese contexto, Chile ha comenzado a diversificar sus vitrinas. Actualmente, existen múltiples opciones para comprar y vender prendas de segunda mano, desde ferias independientes hasta boutiques especializadas, pasando por plataformas digitales que conectan a usuarias con clósets ajenos llenos de tesoros.

En este nuevo escenario, donde el deseo de estilo convive con la conciencia ecológica, surge una pregunta inevitable: ¿qué motivó este giro en los hábitos de consumo? ¿Por qué hoy tantas personas encuentran valor —y hasta estatus— en una prenda que antes perteneció a alguien más?

Para Carolina Vera-Anders, fundadora de VNTG Store, una de las tiendas pioneras en moda circular en Chile, el cambio responde a una mezcla de factores que van desde la calidad perdida en la industria contemporánea hasta la democratización del lujo.

“Yo creo que los hábitos de consumo, no tan solo en Chile, sino que en el mundo, han cambiado. Primero por las calidades de los productos: la ropa, los accesorios, los bolsos. Antiguamente eran mucho más duraderos, hechos a mano 100%. Por otro lado, las modas vuelven. Y algo muy importante es que personas que no tienen acceso a comprar directamente en tiendas de lujo, pueden acceder a productos vintage o de antiguas temporadas a un precio mucho más conveniente“.

Durante mucho tiempo, la ropa de segunda mano en Chile se asoció exclusivamente a lo que se conocía como “ropa americana”: fardos, apilados en galpones, sin contexto ni historia, muchas veces vistas como símbolo de precariedad. Sin embargo, en los últimos años esa percepción ha comenzado a cambiar, y rápido.

Hoy, el concepto de vintage ya no remite únicamente al pasado, sino a una elección informada, estética y consciente. La procedencia importa. La curaduría importa. Y el relato detrás de una prenda puede valer tanto como la etiqueta que lleva.

Carolina lo ha visto en primera fila desde que fundó VNTG Store en 2015: “Al principio, las personas eran mucho más reacias a la compra de ropa de segunda mano porque la asociaban a la ropa americana, no tanto a second hand que provenía directamente de clósets de chilenas”.

“Antes compraban productos quizá mucho más económicos, ahora estamos hablando de carteras de lujo, de alta gama, con un precio importante y en muy buen estado. Son personas que tal vez no tienen acceso a comprar un producto de lujo a ese precio, pero sí de segunda mano. Y además pueden acceder a colecciones antiguas que ya no están en tiendas”.

Vintage, pero en tendencia: el arte de curar con estilo

En un ecosistema donde la moda cambia más rápido que un click, mantenerse relevante sin perder la esencia puede convertirse en un desafio. Pero para tiendas como VNTG Store, la clave está en la curaduría: saber elegir qué entra, qué permanece, y sobre todo, qué conecta con los deseos de hoy sin perder la elegancia de ayer.

Carolina lo tiene claro: “Siempre para VNTG Store ha sido muy importante la curaduría. Tener una curaduría de excelencia. Con respecto a los productos que nosotros recibimos, tratamos de generar un equilibrio entre productos ‘trendy’ que estén de moda, que sean bonitos y de buena calidad. Y por otro lado, tener productos de buenas marcas, de buena manufactura y materialidades como cachemira, lana, algodón… prendas que realmente merecen una segunda oportunidad”.

Pero la curaduría no se limita a lo que cuelga en el perchero. En el mundo digital, la forma en que se muestra cada prenda también es parte del lenguaje. “Nuestra web es una web limpia, con fotografía muy cuidada que trata de mostrar el producto como realmente es. No son de catálogo. Siempre tratamos de ser súper transparentes. Entonces ya tenemos un vínculo con nuestros clientes que confían en nosotros, y eso es muy importante en este negocio”.

Comprar segunda mano ya no es una alternativa de emergencia, sino una declaración de estilo. Como dice Carolina, muchas personas encuentran en el mercado vintage la posibilidad de acceder a “algo que siempre quisieron y que ya no está en tiendas”, o simplemente el placer de pagar menos por una pieza hermosa y única.

Una industria que ya no es alternativa

Lo que comenzó como una forma alternativa de comprar moda se ha transformado en un fenómeno económico, estético y social. Según el informe de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile publicado en 2023, la importación de ropa usada experimentó un alza significativa, con un aumento del 196% en las compras respecto al año anterior tras la pandemia. 

La generación Z lidera el cambio, motivada por razones económicas, éticas y estéticas. Para ellas, comprar vintage no es un acto de necesidad, sino de autenticidad. Y la industria de la moda lo sabe. Casas como Gucci, Balenciaga y Levi’s han lanzado sus propias plataformas de reventa o colaborado con tiendas vintage para capitalizar el auge circular. En Chile, opciones como VNTG Store muestran que el lujo ya no es sinónimo de estrenar, sino de elegir con intención. Porque si antes una prenda de segunda mano era invisible, hoy puede ser la más codiciada del clóset.

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