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Una historia que no había sido contando hasta ahora. Tal vez la conoce si es historiador olímpico o es fan de la natación. ¿De quién hablamos? De Trudy Ederle, la primer mujer que atravesó a nado el Canal de la Mancha, de 33 kilómetros de largo, separando así las costas de Francia de Inglaterra. En ese momento, batió los récords de los cinco hombres que habían nadado anteriormente entre 1875 y 1923.
La película La joven y el mar, disponible desde el 19 de julio en Disney+, cuenta la historia de la atleta. Como dato, le contamos que en 1926 el presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, la llamó “la mejor chica de Estados Unidos”.
Según el diario The New York Times, su logro estuvo al nivel de otros ídolos de la época, como el jugador de béisbol Babe Ruth, el boxeador Jack Dempsey, el jugando de tenis Bill Tilden y el jugador de fútbol Red Grange.
En 1924, formó parte del equipo de Estados Unidos que compitió en los Juegos Olímpicos de París. Ganó una medalla de oro como parte del relevo de 400 metros estilo libre y ganó la medalla de bronce en las pruebas de 100 y 400 estilo libre individual. Aunque lo pasó muy mal por la fatiga, al igual que otros competidores.
La producción está protagonizada por Daisy Ridley, Rey en la última trilogía de películas de Star Wars. En una conferencia, en la que revista Velvet estuvo presente, la actriz reflexionó que “es interesante porque uno supondría que para una mujer que hizo una hazaña como esa, habría muchísima información pero no existe. Leí el libro e investigué todo lo posible”.
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Ederle nació en 1905 en Nueva York. Soñaba en convertirse en nadadora profesional, algo casi imposible para la época. Creció en una sociedad patriarcal y a los cinco años desarrolló un problema de audición. “Los médicos me dijeron que mi audición empeoraría si seguía nadando, pero amaba tanto el agua que no podía parar”, dijo.
La determinación de Trudy Ederle fue lo que entusiasmó a Daisy Ridley. “Estaba emocionada de interpretar a Trudy. Ella es el personaje más alegre que he interpretado, y fue un placer hacerlo. Ella está decidida (…) Inicialmente, ella no ve las barreras que están ahí y que todos los demás conocen. Ella está en su camino, haciendo lo que ella le encanta hacer. Pero realmente para mí el conjunto fue mayor que simplemente interpretarla porque vi a esta familia maravillosa y adorable, y con quién quieres pasar tiempo”, reflexionó la actriz.
La nadadora recibió el apoyo incondicional de su hermana y mamá. Uno de los momentos difíciles que vivió fue cuando intentó nadar el Canal de la Mancha por primera vez en 1925. “La Asociación de Natación Femenina le proporcionó el apoyo financiero. Pero después de que nadó 37 kilómetros en 8 horas y 43 minutos, las personas en un bote que debían cuidarla pensaron que podría estar inconsciente en el agua. Alguien gritó: “¡Se está ahogando!” y la tocaron, lo que inmediatamente la descalificó”, recordó The New York Times.
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Lo intentó una segunda vez en 1926, esta vez sin apoyo financiero y recaudó ella misma 9 mil dólares. Llamó la atención de la prensa porque su hermana Margaret diseñó para ella un traje de dos piezas. Catorce horas y 31 minutos después, rompió el récord mundial. La canción Let Me Call You Sweetheart de Bing Crosby la motivó para continuar.
“Hay algo en la mentalidad de un atleta que no se inmuta la mayor parte del tiempo. El 90 por ciento del tiempo. Trudy no se inmuta, salvo el momento tan difícil para ella después de los Juegos Olímpicos. Y solo necesita un tiempo para volver a encarrilarse. Así que creo la canción da esa sensación de mantener el rumbo, independientemente de lo que te estén lanzando”, expresó Daisy Ridley.
La actriz, que también es productora ejecutiva del filme, entrenó por meses con Siobhan-Marie O’Connor, la nadadora medallista olímpica inglesa. “Antes de mi primera clase de natación con Siobhan, intenté nadar 20 metros y me levanté y dije a la mierda esto. Le había advertido al equipo. Bueno, más o menos, mentí un poco en mi CV. Al principio fue como, soy genial nadando”, dijo en la conferencia.
La película se rodó en Varna, Bulgaria. El equipo grabó durante nueve días en el Mar Negro. “La temperatura era muy baja (…) Y como había hecho un frío insoportable en Bulgaria, no nos permitían salir a la intemperie hasta que fuese necesario. Fue muy abrumador la primera vez que entré. Pensé en que Trudy sólo llevaba un bikini, no existía el traje de neopreno (…) Cuando estás nadando así, todo lo que escuchas es tu propio aliento”, resumió.
Daisy Ridley admitió que la historia de Trudy Ederle cambió su percepción sobre de la fuerza y determinación para enfrentar los desafíos en la vida. “No espero a que pase algo grande para apreciar y celebrar. “Trudy es muy feliz cada vez que algo pasa. Ya sea porque puede nadar, cuando comienza la carrera o porque ganó la carrera. Ella es feliz en todos los puntos. Y creo que hay verdadera belleza en encontrar eso en cualquier cosa que hagamos en nuestras vidas”.
