Revista Velvet | Cumplió 75 años: Repasamos 4 momentos clave en la vida de Carlos III
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Cumplió 75 años: Repasamos 4 momentos clave en la vida de Carlos III

Cumplió 75 años: Repasamos 4 momentos clave en la vida de Carlos III
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Cumplió 75 años: Repasamos 4 momentos clave en la vida de Carlos III

POR Carlos Loyola Lobo | 15 noviembre 2023

Este 14 de noviembre el rey Carlos III cumplió 75 años. Lo hizo en su residencia de Clarence House acompañado de sus seres queridos. Aunque no de todos. Su hijo Harry no estuvo, algo que ya está siendo habitual en las celebraciones de los Windsor. Sin embargo, esta fiesta de cumpleaños fue muy especial para Carlos. Y es que celebra su primer año al frente de la corona.

Carlos, al igual que su hijo Harry, también ha sido un incomprendido en su familia. Y aquí destacamos cuatro momentos clave en su vida y en su camino a convertirse en el sucesor de Isabel II.

Una infancia solitaria

El primogénito de Isabel II y Felipe de Edimburgo no disfrutó de atenciones que se esperan de unos padres primerizos, especialmente a partir de febrero de 1952, cuando Carlos ni siquiera había cumplido los cuatro años y su madre se convertía en reina. Desde entonces, su madre se debió a la corona británica, y apenas podía tener tiempo para su hijo, algo que marcó su personalidad de por vida.

La ausencia de una figura materna y paterna acentuó su inseguridad y convirtió a este chico en un personaje tímido que no encajaba con la idea de joven fuerte que se esperaba de él. Carlos fue el primer heredero del trono británico en ir al colegio, en vez de recibir su formación en palacio. De esta educación el lugar que más lo marcó fue el internado de Gordonstoun en Escocia. Una escuela “espartana” según Felipe, quien buscaba enderezar a su hijo y volverlo un hombre recto, pero para el primogénito terminó siendo un infierno, sufrió bullying de sus compañeros y terminó odiando su estadía en aquel lugar, lo que lo hizo más introvertido.

Se dice que el heredero, debido a tan poco afecto de niño, se acostumbró a que no le tocaran. Su primo, el príncipe Eduardo von Anhalt-Dessau, confesó en una entrevista con la revista alemana Stern que el actual monarca “solía perder el control cuando alguien lo tocaba espontáneamente, le ponía la mano en el brazo o incluso en el hombro”. Un trauma que ha superado gracias a su actual esposa, la reina Camilla.

Diana, el cuento de hadas imposible

En noviembre de 1977 Carlos conoció a Diana Spencer. Él tenía 29 años y ella, 16. El entonces príncipe de Gales en esos momentos salía con Sarah, la hermana mayor de Diana, y lo cierto es que no esperaba que esa joven fuese a cambiarle la vida como lo hizo. Ambos coincidieron un fin de semana en la casa de un amigo en común y empezaron a hablar de la reciente muerte de Lord Mountbatten, tío abuelo de Carlos.

“De repente se abalanzó sobre mí. A partir de ahí, todo fue a más”, cuenta Diana. Lo que vino luego: siete meses de noviazgo y Carlos le propone matrimonio a Diana con 19 años y con solo 13 salidas juntos. El 29 de julio de 1981 se casaron en una de los enlaces más comentados de los últimos 50 año. “La boda del siglo” le llamaron algunos. En 1982 nace William y en 1984, Harry.

Pero ya sabemos que esta historia no tuvo un final feliz. El niño cabizbajo terminó siendo un hombre parco. Mientras que Diana era puro encanto y luz. La popularidad de Diana le incomodaba a Carlos. Celos y desprecio en público fueron señales que hicieron grande la imagen de Lady Di en la gente, mientras la suya se vio muy debilitada. Se divorciaron en 1992, dos años más tarde el actual rey admitía haberle sido infiel a Diana en una entrevista televisiva. Un año después ella diría aquella frase célebre: “En ese matrimonio éramos tres, así que éramos multitud”.

Camilla, su verdadero amor

Su relación con Camilla Rosemary Shand debe ser la más duradera y constante en la vida de Carlos III. Se conocieron en 1970 en un partido de polo. La conexión entre ambos se produjo al instante pero ella estaba interesada en otro hombre, el oficial del Ejército Andrew Parker-Bowles. En 1973, aprovechando que el príncipe estaba fuera de Inglaterra, se casó con Parker Bowles sin avisarle a Carlos, quien se enteró por la prensa. Ella lo convenció de que se buscara otra mujer para convertir en princesa y la elegida fue Diana Spencer.

De todas formas, Carlos III no se dio por vencido por Camilla. Fue la tercera en esete matrimonio y se ganó el enorme rechazo de toda la sociedad británica. Sin embargo, mantuvieron una relación clandestina. Habituales eran sus escapadas durante los fines de semana e incluso Carlos fue elegido padrino de Tom, el primogénito de los Parker-Bowles. Y aunque la separación de Diana con Carlos se llevó a cabo en 1992 y la de Camilla fue en 1994, el plan de hacer pública su relación debió ser postergada con la muerte de Diana.

Poco a poco, tanto el público como la familia real fueron aceptando cada vez más el romance y el 9 de abril de 2005, después de 35 años de relación, se pudieron casar. Tuvieron una íntima ceremonia celebrada en Windsor a la que solo asistieron 30 invitados. Los biógrafos de Carlos aseguran que Camila lo ha ido moldeando con el paso del tiempo. Que junto a ella es feliz. “Le da la confianza en sí mismo que ha buscado durante toda su vida”, dijo uno de los biógrafos en Vanity Fair.

El aspirante a rey que finalmente reinó

Cuando Isabel II se convirtió en reina del Reino Unido tenía solo 25 años, Carlos se convirtió en uno de los herederos más jóvenes al trono británico. Por tanto ha estado toda su vida preparándose para el momento que vive hoy. Un momento que demoró 70 años en llegar. El 10 de septiembre de 2022, dos días después de la muerte de su madre, se convirtió en el heredero de mayor edad en subir al trono británico: tenía 73 años.

Muchos pensaban que la corona pasaría directamente de Isabel II, a la de William pero se equivocaron. El 6 de mayo pasado y después de esperar durante siete décadas para reinar, el monarca se mostraba impaciente momentos antes de recibir la corona. “Nunca podemos llegar a tiempo”, se quejaba Carlos a Camila dentro de su carruaje, según los expertos en lectura de labios.

Pero la ceremonia se celebró tal cual se había previsto: ante 2.200 personas invitadas a la abadía de Westminster, los miles de ciudadanos que salieron a las calles y los otros miles que pudieron visualizarlo a través de la transmisión por televisión el momento del juramento: “Yo, Carlos, profeso y declaro solemne y sinceramente en presencia de Dios que soy un fiel protestante y que, de acuerdo con las leyes que asegura una sucesión protestante al trono, defenderé y mantendré esas leyes”, juró con la mano en la Biblia. Más tarde vendría el turno de Camila. El círculo por fin se cerraba.

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