El invierno, ya sea por el el frío o por el exceso de calefacción, es el peor amigo de la piel. Vanity Fair aseguró que un estudio publicado en la revista Experimental Dermatology confirmó que las bajas temperaturas “pueden provocar mayor sequedad que favorece la formación y consolidación de arrugas”.
Podríamos creer que hidratarse un poco más sería la solución pero estamos equivocados. El exceso de hidratación tampoco es la respuesta porque la sobrehidratación altera el funcionamiento normal de la piel. “La importancia de alcanzar un equilibrio hídrico entre la pérdida de agua transepidérmica que se genera en nuestro organismo y el aporte de fórmulas hidratantes. Una ecuación que encuentra la clave en la función barrera. Más interesante que hidratar es utilizar productos para protegerla”, explicó la revista.
La cantidad de crema que hay que aplicar depende de la textura y la capacidad de penetración y velocidad de absorción. “Debe ser lo suficiente para dejar la piel hidratada, pero no oleosa. No debemos olvidar nunca el bloqueador solar, es nuestro gran aliado. Debemos aplicarlo cada tres horas en una cantidad de dos dedos de la mano y según las características de nuestra piel podemos elegir en gel, en crema, oil free, con activos despigmentantes, anti envejecimiento, entre otros”, recomienda la doctora María Eliana Pérez, nutrióloga y experta en piel de Clínica Hada.
Otro punto es que si quiere tener una piel hidratada es fundamental hidratarse. “Utiliza las infusiones y bebidas calientes a tu favor. Otro aspecto fundamental es tener tu piel limpia para que los serum y la crema hidratante penetren de forma adecuada y para lograr eso el tratamiento hydrafacial (combina limpieza, exfoliación e hidratación para lograr una piel hidratada y luminosa) es una excelente herramienta”, añade Pérez.
Los cambios bruscos de temperatura estresan la piel y la sequedad es uno de los síntomas más frecuentes. Vanity Fair recomendó el ácido hialurónico porque es capaz de retener la humedad y es un antioxidante, pero tiene una base mucho más oleosa. La publicación también destaca adoptar las texturas densas para esta época. “Que sean ricos en ceramidas, centella asiática y aceites botánicos naturales altamente vitamínicos para fortalecer su función barrera, limitar la perdida de agua y aportar el brillo que el frío roba a la piel, tanto de día como de noche”, informó.
Es importante que las cremas que compre tenga propiedades nutritivas, ligeramente oclusivas y energizantes, como son la glicerina, las mantecas naturales como la de karité y cacao, el colágeno vegetal y las vitaminas A, E y C.