Sabemos que la menopausia marca el final de los ciclos menstruales, pero ¿sabías de la existencia del Síndrome Genitourinario de la Menopausia o SGU? Se trata de una condición crónica progresiva que padecen entre el 50% y 70% de las mujeres postmenopáusicas. Y en Chile, solo un 2,5% recibe el tratamiento adecuado.
Si bien no es una enfermedad, puede sus síntomas pueden afectar la calidad de vida. Y en el Mes de la Mujer, es importante fomentar instancias para hablar de un tema todavía tabú, de sus síntomas y cómo tratarlos.
¿Qué hay más allá de los bochornos?
La menopausia se manifiesta de diferentes formas e intensidades. Los más comunes incluyen bochornos (sofocos o calores) y sudores nocturnos. Y, en ocasiones, acompañados por cambios de humor, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Sin embargo, existen otros síntomas asociados principalmente a la postmenopausia. Tales como el Síndrome Genitourinario de la Menopausia o SGU, una condición crónico – progresiva que afecta el aparato genitourinario de la mujer.
Esta combina los cuadros clínicos de la atrofia vulvovaginal, que consiste en el adelgazamiento, resequedad e inflamación de las paredes vaginales producto del descenso de estrógeno, con síntomas urinarios, como sensación de ardor, irritación y escozor en la zona genital interna. Así como también, sequedad, falta de lubricación y dolor durante las relaciones sexuales, junto con síntomas urinarios como infecciones frecuentes, necesidad imperiosa de orinar o dolor al hacerlo.
Dentro de los cambios fisiológicos destacan signos como sequedad de la mucosa, pérdida de pliegues, palidez y fragilidad de la mucosa, además de pequeños puntos rojos por ruptura de los vasos sanguíneos.
¿Cómo tratar el SGU?
El Síndrome Genitourinario de la Menopausia es muy frecuente, afectando entre el 50% y el 70% de mujeres postmenopáusicas en el mundo. En Chile se encuentra sub-tratado y sub-diagnosticado, ya que solo un 2,5% de quienes lo padecen se encuentran recibiendo un tratamiento adecuado.
“No se habla lo necesario de la menopausia y muchas veces se generaliza, pero todas viven este período de forma distinta en cuanto a intensidad y frecuencia de los síntomas. Es importante que la paciente conteste la Escala de Calidad de Vida de la Menopausia (MRS), pues esta herramienta permite orientar de manera integral el mejor manejo, dependiendo de cada caso”, explica Margot Acuña San Martín, Gineco-Obstetra del Hospital Hernán Henríquez Aravena.
La especialista, también directora del Departamento Obstetricia y Ginecología de la UFRO y de la Sociedad Chilena de Climaterio, detalla que dentro de las herramientas terapéuticas destacan intervenciones para lograr estilos de vida saludable. Además de tratamientos hormonales sistémicos, que a largo plazo disminuyen el riesgo de enfermedades crónicas como la enfermedad cardiovascular y osteoporosis y, a mediano plazo, influyen fuertemente en el tratamiento del SGU.
“Para todas estas alternativas es imprescindible la evaluación adecuada de un ginecólogo, con exámenes pertinentes, y considerar las preferencias de cada persona”, agrega Acuña.