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Las celebraciones por su coronación comienzan a quedar atrás, y la realidad vuelve irremediablemente sobre Buckingham. El padre de William y Harry, pone los pies en la tierra para hacer frente a problemas familiares que, siendo justos, no son nada nuevos. Uno de ellos se concentra en la figura de su hermano Andrés. El periódico The Daily Mail afirmó que el rey Carlos III ha recortado el subsidio anual de 285 mil euros que la difunta reina Isabel II le otorgó a su hijo Andrés, lo que significa que ya no puede pagar el mantenimiento de la mansión en la que vive, dentro del castillo Windsor.
El monarca inglés quiere que su hermano abandone la propiedad con la idea de que en un futuro sean William y su familia quienes habiten en la residencia, pero el príncipe Andrés no parece estar dispuesto. Según el medio de comunicación británico, el Duque de York se mantiene firme y se niega a desalojar la casa que ha sido su hogar durante más de 20 años y donde reside junto a su ex esposa, Sarah Ferguson. La idea es que ambos se muden a la antigua casa del príncipe Harry, Frogmore Cottage. Según fuentes cercanas a Andrés, el Duque de York está buscando una conversación directa con su hermano Carlos.
Estos mismos cercanos dicen que el príncipe, quien a partir de la asociación con los casos de abusos y trata de mujeres con el millonario Jeffrey Epstein, dejó de ser miembro real en la primera línea, se “niega a ceder” su lugar de habitación. Aseguran que está desanimado y que se ha vuelto un hombre solitario. Un amigo del príncipe ha confesado al medio británico que Andrés “se niega a ver a nadie. Esta ha sido la casa de su familia durante los últimos 20 años. ¿Es realmente sensato echarlo? Le preocupa que ahora que las ceremonias de coronación finalizaron, vuelen los cuchillos. Le preocupa que desconecten los servicios básicos para sacarlo de ahí. Estamos tratando con seres humanos, no con bienes inmuebles”.
Otro de sus cercanos ha dicho que “Eugene está embarazada y sus padres esperan que ahí nazca su nuevo nieto”. Cabe señalar que la propiedad de Frogmore Cottage quedó libre después de que Harry y Meghan cambiaran su residencia a los Estados Unidos. Las negociaciones por la propiedad de Royal Lodge, comenzaron bajo el reinado de la difunta reina y Andrés está frustrado porque estas conversaciones se producen entre funcionarios en lugar de entre hermanos. Quiere que eso cambie. Sus amigos sugieren que podría considerar un acuerdo de compromiso si su hermano Carlos “hace lo decente” y habla con su hermano directamente.
