1966: Raphael ha sido elegido para representar a España en el Festival de Eurovisión. Tiene 22 años. Cuando sale al escenario en la ciudad de Villa Louvigny en Luxemburgo y entona Yo soy aquel, a Europa entera se le desgarra el corazón. En su debut internacional, el artista mantiene un pulso de miradas con la cámara que, visto hoy, se ha convertido en una marca de fábrica. Sin embargo y contra todo pronóstico, Raphael pierde. Queda en el séptimo lugar. La prensa no duda en ponerse de su lado. La primera, la francesa, que critica con dureza el veredicto del jurado: el periódico Le Figaro llega incluso a señalar que Raphael ha sido una víctima del certamen: “en el Festival solo triunfan canciones, pero el vencedor fue Raphael”, aparece en un recorte de prensa. “Raphael, triunfador moral de Eurovisión”, aseguran en otro medio de comunicación escrito de la época.
Este es el punto de partida del segundo episodio de Raphaelismo, la serie documental que dividida en cuatro episodios se estrenó el pasado 13 de enero en España a través de la señal de Movistar Plus. Sus realizadores, Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, han querido narrar la “verdadera” historia de uno de los grandes mitos de la canción española. “Verdadera porque esto no es un reportaje promocional: retratamos sus éxitos, sí, pero también sus miedos y debilidades”, han confesado. “Alberto y yo nos dimos cuenta de que se habían hecho muchos reportajes televisivos sobre él, e incluso una serie de ficción hace muchos años, pero nadie hasta el momento había abordado su trayectoria con amplitud desde la óptica del cine documental”, cuenta Charlie Arnaiz.
Por su parte, Raphael se abrió por completo desde el principio. Desde la primera reunión del proyecto comprendió que lo que Arnaiz y Ortega buscaban era que se despojase de la máscara del artista para mostrar su lado humano, tomando así una cierta distancia de su tan habitual mitificación. “Raphaelismo no deja de ser un homenaje a esos fans que llevan tiempo apoyando la carrera de Raphael. Este documental es nuestro particular regalo para todos ellos”, cuentan los realizadores del documental.
Pero lo de Raphaelismo solo es la punta del iceberg, o la guinda de la torta en este caso. Porque a sus 78 años de vida y más de 60 de carrera artística, el artista español -el primero en alzar sus manos y girar sus muñecas en la España franquista- y que ha trascendido generaciones, llegando a convertirse en artista de culto e incluso participando con ovación en festivales de música destinados a público joven en Europa, está más vigente que nunca.
A fines de 2021, la edición española de la revista internacional Vanity Fair lo nombra personaje del año, le dedica un evento especial en homenaje donde asiste lo más glamoroso de la península ibérica y es portada de la edición de diciembre con sendo reportaje y vistosas fotografías, muchas que acompañan este mismo artículo. Es uno de los cuatro artistas en el mundo en recibir un Disco de Uranio por las ventas de sus discos -porque el oro y el platino a Raphael le quedan chicos-, ha superado un trasplante de hígado y no tiene planes de retiro a mediano plazo.
Dueño de un estilo y una voz incontrastable, el artista español convertido en ícono pop, padre de tres hijos y casado hace más de medio siglo con Natalia Figueroa, vuelve a presentarse en Chile. Un escenario y un territorio que ha sido siempre fiel a su figura y a su propuesta y al que él vuelve cada vez que quiere y puede. Esta vez, el espectáculo será en grande y por partida doble. El 18 de marzo en el Gran Arena Monticello y el 26 de marzo en el Movistar Arena, el ganador de 335 discos de oro y 50 discos de platino se presentará junto a la Orquesta Filarmónica de Chile con el RE-Sinphonico Tour, donde el artista repasa toda su extensa colección de éxitos en clave sinfónica y con arreglos electrónicos. Las entradas se encuentran a la venta en PuntoTicket. Una leyenda viva que no cansamos de ver y disfrutar. Sin lugar a dudas, un talento eterno y único, Raphael.