Revista Velvet | ¿Cómo viven Halloween los adultos con autismo?
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¿Cómo viven Halloween los adultos con autismo?

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¿Cómo viven Halloween los adultos con autismo?

POR equipo velvet | 31 octubre 2023

Un experto entrega las claves que pueden ayudar a las personas adultas con TEA a enfrentar de mejor forma una festividad que para algunos les puede parecer un poco incómoda, pero que otros llegan a disfrutar sin mayores complicaciones.

Halloween es una de las fechas en que ya no solo los niños se disfrazan y gozan con esta tradición estadounidense de origen celta. Fiestas temáticas en clubes o en las casas son una postal habitual cada 31 de octubre. Aunque no hay un único patrón asociado a esta festividad y a cómo las personas adultas que viven con Trastorno del Espectro Autista (TEA) les afecta, los expertos ya han identificado algunas señales comunes en adultos autistas en festividades como ésta.

Es frecuente que busquen muchos detalles sobre el origen de la festividad, para definir si les hace sentido, aunque los tópicos que más reacciones genera son el acto de disfrazarse y el hecho de abrir la puerta repetidamente a desconocidos. A muchos no les interesa disfrazarse, otros lo realizan para acompañar a sus hijos o sobrinos, y suele ser habitual elegir disfraces sencillos y que les permitan esconder su cara, de tal manera de no sentirse tan expuestos. Pero, también, hay aquellos que les encanta, y ven en esta fecha una oportunidad para ser todo lo excéntricos o raros que siempre les han dicho que son, sin el peso de las miradas de desaprobación ni comentarios hirientes sobre lo inadecuado de sus gustos, pudiendo tener una sensación de libertad, dado que, en esta ocasión, las rarezas pueden ser aprobadas como creatividad.

“El simple hecho de abrir la puerta a desconocidos de forma repetida puede generar angustia en muchos adultos autistas. Los expone a ruidos del timbre, de la risa de los niños, u otros estímulos sensoriales que pudieran incomodar”, comenta el psiquiatra Leonardo Abarzúa, experto en personas adultas con TEA (@leonardo_abrazua)

Sin embargo, el experto en TEA en adultos, cuenta que “a pesar de las dificultades, para muchos es una ocasión muy esperada y una oportunidad para disfrutar de algo que se considera infantil, sin sentir culpa. Es algo así como una resignificación de ser ‘distintos’, algo que toda la vida fue visto como malo, ahora se puede ver como positivo o, al menos, pasar inadvertido y vivirlo con libertad”.

Leonardo Abarzúa entre sus recomendaciones construidas en conjuntos con algunos de sus pacientes, todas personas adultas autistas:

  • En primer lugar, investigar sobre la festividad, y definir si les hace sentido. Si no les hace sentido en su origen, definir qué aspecto de los ritos más habituales les hace sentido.
  • Definir si se quiere o no participar de las actividades más comunes, como disfrazarse, entregar dulces, ver películas de terror o decorar la casa. Entender que, si no se quiere participar, está bien, no hay una obligación en hacerlo.
  • Es fundamental la anticipación. Ya sea que se quiera o no participar, es necesario prepararse, para que aquel día tenga más variables conocidas y menos incertidumbre.
  • Si no se quiere participar, puede funcionar algunas estrategias como instalar un cartel explicando que no desea participar, o poner dulces ordenados fuera de casa, para que quienes pasen los retiren sin tocar el timbre o golpear la puerta. Si es posible coordinar con vecinos en un barrio, edificio o condominio, definir alguna señal que todos conozcan, que indique que no se quiere participar, e invitar a respetarla.
  • Si se desea participar, anticiparse a la idea de que requerirá interacción social. Muchas veces saber que algo ocurrirá, aunque no guste del todo, puede hacer que haya menos ansiedad y se pueda disfrutar más de aquella parte de Halloween que si les gusta.
  • Si se desea participar de actividades con familiares, amigos o vecinos, participar de las decisiones sobre qué actividades se harán (disfraces, maratón de películas de terror con amigos, etc.) para sentirse integrados y, a su vez, escuchados en relación con acomodaciones necesarias.
  • Si se quiere participar, pero no escuchar el timbre repetidamente, se puede desactivar o estar en la puerta esperando.
  • Alagar los disfraces de las personas que pasen pidiendo dulces puede ser una forma segura y fácil de iniciar una interacción.
  • Si se desea ir a pedir dulces, como adultos o acompañando a niños, idealmente organizarse para ir con un grupo fijo de gente de confianza, con ropa o disfraces cómodos, buen calzado, adecuada hidratación, idealmente establecer un recorrido predeterminado para que haya menos sorpresas que puedan generar angustia, tener un plan de cómo actuar en caso de ocurra alguna desregulación emocional y asumir que no en todas las casas les darán dulces.
  • Darse el permiso de sentirse libres, vestirse raro, tener conductas infantiles, ya que es una ocasión en que es poco probable que haya críticas explícitas.
  • Analizar todas las variables necesarias antes de decidir ir a una fiesta relacionada con Halloween. No sentirse presionados a asistir.

Todas las personas adultas con TEA enfrentan Halloween de distinta forma, como cualquier otra festividad. El apoyo de un especialista, los amigos y, sin duda, la familia son claves a la hora de manejar esta situación.

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