¿Trabajas como doctor y te gusta, pero feliz tendrías una cafetería? La vocación y la vida laboral satisfactoria no van necesariamente de la mano. Esto, porque pueden existir otras motivaciones que te incentivan en lo que haces.
Si no es el trabajo que soñabas o nunca tuviste una vocación definida, puedes sentirte feliz o realizada de igual forma. Es más, la vocación no garantiza la felicidad laboral, aseguran los expertos. “Cuanto más ponemos la felicidad en manos de algo exterior menos posibilidades tenemos de adueñarnos de ella”, dice Alejandra Llamas, coach y autora de bestsellers como El arte de conocerte o ¡Libérate!
Según la Psicología Positiva, encargada de estudiar las bases del bienestar mental y la felicidad, no todo el mundo tiene una vocación, ni hay un momento de la vida en el que tiene que aparecer y pueden coexistir varias vocaciones.
Para Alejandra Llamas, la felicidad debería ser una constante, tal como explica a Elle España. “Es nuestro derecho de nacimiento y el exterior debería ser un reflejo de esta felicidad espiritual”. Por lo mismo, afirma que lo más importante es trabajar en algo que tenga sentido con el tiempo, el esfuerzo y la dedicación que le pones.
¿Se puede transitar por diferentes vocaciones durante la vida?
Hay personas que tienen un vocación clara desde muy pequeñas, pero para algunos puede ser un gran calvario que les pregunten “¿Qué quieres estudiar?”. Puede tardar años o simplemente no llegar. Para la experta “tener una vocación” no es necesario y agrega que se pueden encontrar varias según la etapa de la vida. “La vocación es encontrar en cada etapa de tu vida lo que desee expresar la voz de tu corazón, los anhelos de los conocimientos que quieres adquirir”.
Por lo mismo, destaca que son cruciales las relaciones humanas en el trabajo. Un buen ambiente laboral, el compañerismo y unas buenas condiciones económicas, pueden hacer que tu trabajo no sea tu vocación, pero te haga feliz. Y va más allá, asegura que si tu vida te hace sentido, da lo mismo si eres gerente general de una empresa, lavas los platos o te dedicas a cuidar tus hijos. “Es más importante explorar qué pensamos frente a qué vivimos, por qué esa historia nos va a hacer felices o tristes, es importante que nuestros pensamientos estén alineados a nuestra felicidad”, comenta al medio.
El trabajo no hace a la persona
En la actualidad, se suele catalogar a las personas por su trabajo, y al conocer gente nueva generalmente llega la pregunta sobre su trabajo. Según la coach, esto viene de la Revolución Industrial, pero ha ido cambiando lentamente. “Estamos aprendiendo de personas que no necesariamente tienen altos rangos empresariales y estamos viendo en ellos inteligencia espiritual, que para muchos es más atractiva para nuestra evolución personal”.
En cuanto a la vocación, la coach mexicana sugiere no buscarla eternamente, porque solo traerá frustración. “Creo que la solución a una falta de vocación laboral es primeramente cuestionarte qué significa para ti una vocación laboral. Es decir, ver si los pensamientos con los que te estás relacionando con tus actividades van de la mano de lo que tú te dices que es una vocación laboral”.
Para ella, “hay personas que realizan trabajos de limpieza en baños públicos, en aeropuertos o quizá trabajos que a priori pudieran parecer poco dotados de vocación laboral, pero que no limitan ni definen la felicidad de esa persona”. Porque sí lo pueden hacer con mucho amor y dedicación. “La gran conquista es poder llevar la felicidad a todo lo que estemos desempeñando en el día a día”, concluye.
¿Estoy feliz en mi trabajo?
Quizás, tal como dice la autora, tu trabajo no sea tu vocación, pero puede ser parte de tu bienestar. Analizando, por ejemplo, el sueldo, el horario, las vacaciones, el ambiente de trabajo o el objetivo de la empresa. Que tu trabajo sea agradable y te permita vivir como quieres puede ser el incentivo suficiente.
La vocación pueden influir en tu búsqueda laboral, pero no en la felicidad. De hecho, en los casos de trabajos muy vocacionales como un trabajador social o periodista, generalmente reciben bajos sueldos y trabajan en largas jornadas, por lo que su nivel de bienestar puede no ser el más positivo.
La experta explica que un factor clave para que un trabajo sea satisfactorio es la conexión con otras personas. Si puedes encontrar la felicidad en las relaciones humanas, con el equipo de trabajo, por ejemplo, no importará tanto si el trabajo en sí no es precisamente tu vocación.
Por último, destaca la importancia de los pequeños momentos, como el café con los compañeros, estar alineado con los objetivos de de empresa y sentir que contribuyes. Y tener un equilibrio entre las actividades que nos apasionan y las que no nos gustan menos, como practicar yoga, hacer ejercicio, pasar tiempo con los amigos o la familia. De esta forma el balance será positivo y no nos enfocaremos tanto en el trabajo.