Revista Velvet | Colesterol: Nadie lo quiere en su cuerpo, pero no podemos vivir sin él
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Colesterol: Nadie lo quiere en su cuerpo, pero no podemos vivir sin él

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Colesterol: Nadie lo quiere en su cuerpo, pero no podemos vivir sin él

POR Sole Hott | 01 mayo 2022

Los seres vivos estamos conformados por un conjunto de moléculas ordenadas en espacio y tiempo. El colesterol es una de ellas, sin embargo, no tiene la mejor fama de todas. Pero la ciencia afirma que sin colesterol estaríamos muertos.

Y es que el colesterol no está ahí sin una función que reafirma su existencia. Es más, desempeña un papel esencial en la ejecución de funciones que resultan vitales para el organismo. Entre ellas:

1. Es un componente fundamental de las membranas celulares de los animales (las células vegetales tienen unas moléculas similares llamadas sitoesterol y estigmaesterol). Actúa regulando la fluidez de estas membranas a modo de portero, decir, controlando el tú entras y tú no en el citoplasma celular.

2. Es la molécula a partir de la cual se sintetizan las hormonas sexuales. Los estrógenos y/o testosterona son derivados de este lípido esteroide formado a partir del esterano.

3. El colesterol es precursor del cortisol (hormona implicada en la subida de la glucemia) y de la aldosterona (hormona elevadora de la presión sanguínea). En plabras simples, sin ellas tendríamos afectada la capacidad de reacción rápida ante una situación de peligro o estrés biológico.

4. El colesterol es básico en el metabolismo del calcio al ser el precursor de la vitamina D. Sin colesterol tendríamos un esqueleto ineficaz y osteoporosis.

5. Es el sustrato bioquímico para la formación de las sales biliares, sustancias que segrega la vesícula biliar y nos permiten emulsionar las grasas que ingerimos.

6. En zonas concretas de las membranas, y según estudios recientes, el colesterol formaría microdominios moleculares fuertemente impermeables e implicados en el rechazo a patógenos como bacterias o virus.

Entonces, ¿por qué es considerado no grato?

El organismo mueve sustancias por nuestro cuerpo a través de la sangre. La sangre es un líquido acuoso y el colesterol es una molécula hidrófoba totalmente insoluble en medios hídricos. Para poder movilizarla nuestro cuerpo recurre a las lipoproteínas. El colesterol viaja en ellas.

Cuando las lipoproteínas se elevan demasiado, corren el riesgo de incrustarse en las paredes de nuestras arterias produciendo las temidas placas de ateroma.

Ahora bien, existen cinco tipos de lipoproteínas en nuestra sangre: quilomicrones, lipoproteínas de baja densidad (VLDL), de baja densidad (LDL), de densidad intermedia (IDL) y de alta densidad (HDL). Pero solo tres están implicadas en el transporte del colesterol y una de ellas, al elevarse, es la que corre serios riesgos de afectar nuestras arterias.

Estas tres generan las conocidas fracciones de colesterol: el bueno, el malo y el feo. 

En el caso de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) son aquellas que transportan el colesterol al hígado. Una parte se utiliza para la síntesis de hormonas y lo que sobra se elimina a través de la bilis hacia el tubo digestivo. Y de ahí, al exterior a través de las heces. Como el papel de las HDL es retirar colesterol desde los tejidos periféricos hasta el hígado, se la denomina “colesterol bueno”.

Las lipoproteínas de baja densidad (LDL) son lipoproteínas que liberan colesterol del hígado al torrente sanguíneo y se asocian directamente con el riesgo de enfermedades coronarias, de ahí que sea el “malo”. 

Las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), al igual que las LDL, son lipoproteínas que liberan colesterol del hígado al torrente sanguíneo. Y está relacionado con los triglicéridos, de ahí que se denomine “el feo”.

Esta es una clasificación fácilmente entendible por todos. Pero también tiene inconvenientes, ya que no siempre tener elevada la HDL supone un efecto ateroprotector. Además, las funciones de las lipoproteínas son más complejas que el simple transporte de moléculas, por lo que se induce al error de creer que unas son beneficiosas para la salud (HDL) y otras no (LDL).

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