El cambio climático es un hecho y en la actualidad los expertos coinciden en muchas de las sugerencias para revertirlo. Una de ellas es precisamente la forma de alimentarnos, y si bien muchos podrían pensar que el ser vegano y dejar de comer cualquier producto de origen animal, la realidad científica apunta a otras aristas.

Así como los veganos y vegetarianos, también se habló de los flexitarianos, los cuales consumen productos de origen animal y reducen el consumo de carne. Sin embargo, los expertos aseguran que la producción de vegetales también afecta la huella de carbono, aún cuando se evidentemente menor que la de la industria ganadera.

Por lo tanto, ni veganos, ni omnívoros, el tema no es comer o no comer carne, es ser respetuoso con el planeta, y hay una dieta que se basa precisamente en eso. Los climarianos reducen la huella de carbono, comen carne y cuidan el medio ambiente.

Y tal como lo describía el mismo The New York Times en el 2015, “Esta dieta incluye elegir alimentos producidos de manera local (para reducir el consumo energético del transporte), elegir carne de cerdo o de ave de corral en vez de vacuno o cordero (para limitar las emisiones de gases) y usar todas las partes de los ingredientes (corazones de manzana, corteza de queso, etc.) para limitar los desperdicios de los alimentos”.

De esta forma el objetivo es ayudar y ser respetuoso con el planeta, cambiando los hábitos cotidianos como es la dieta. Y si bien todavía no hay una herramienta a la mano exacta para media la huella de carbono de cada cosa, elegir los alimentos en base a su procedencia marca una gran diferencia.