Lo que comenzó como un proyecto familiar orientado a vestir con sofisticación a celebridades locales, hoy enfrenta un giro inesperado: una batalla legal entre parientes cercanos. Marcelo Marocchino, conocido por su paso por realities y por estar detrás de la marca Cielo Milano, estaría enfrentando a su propio tío en tribunales por la titularidad de la firma.
Según reveló Cecilia Gutiérrez en su pódcast Bombastic, el exchico reality estaría luchando por conservar el control de la reconocida marca de vestuario que ha vestido a figuras del espectáculo nacional en eventos de alto perfil como la Gala de Viña. Pero tras una serie de inversiones fallidas en otros negocios, los problemas financieros no tardaron en aparecer.
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“Él dice: ‘No, pues si Cielo Milano es mío’. Y Luciano asegura: ‘Pero yo pagué todas las deudas, yo lo saqué del hoyo, yo lo rescaté en el fondo porque si no esta cuestión se iba a cerrar‘. Y ahí está la pelea de quién es el dueño. Por lo tanto, esta pelea va a tribunales”, relató la periodista en su programa.
De acuerdo con los antecedentes, la deuda de la empresa habría alcanzado los 500 millones de pesos. En ese contexto, Luciano Marocchino, esposo de Marlén Olivari, asumió la responsabilidad de cubrir las pérdidas. Y entendió que ese gesto lo convertía en nuevo propietario de la marca. Una idea que Marcelo no comparte.
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El conflicto, que se resuelve actualmente en tribunales, no solo ha tensado la relación entre ambos, sino que también habría generado un quiebre más amplio dentro del clan familiar. Otras figuras cercanas, como Andrea Marocchino (hermano de Marcelo) y su pareja Pancha Merino, además de la propia Marlén, han evidenciado un distanciamiento del empresario, algo que se ha notado incluso en redes sociales.
Gutiérrez asegura que la familia prefiere guardar silencio. “No se van a referir por los medios a lo que está pasando. Pero sí está esa pelea en tribunales, que en algún momento obviamente vamos a saber más detalles, porque todo lo que está en tribunales se filtra de alguna u otra forma“.
Mientras tanto, el destino de Cielo Milano, y su propiedad, queda a la espera de una resolución legal que, según los pronósticos, no pasará desapercibida.