Esta noche Christina y los Subterráneos se presenta en Santiago en el Teatro Coliseo. Y aún quedan entradas. Eso de partida, para el que quiera interrumpir la lectura de este artículo y partir a la página de Puntoticket con el objetivo de adquirir su pase para este viaje por la nostalgia. Sí, porque estamos en el 2023, no en 1993. Así y todo, los asistentes al show de esta noche cantarán Mil Pedazos, Tú por Mí, Voy en un Coche, Pálido, Alguien que cuide de mí, y tantas otras, las que fueron parte del cancionero básico de los adolescentes y pre adolescentes de aquellos años, cuando veíamos videos de una chica rubia de pelo largo crespo, muy blanco, casi escandinava. Con apellido nórdico pero de nacionalidad española, cargando una guitarra y pidiéndole a alguien, quizás a una amiga, que le dijera a su papá que se iba de la ciudad.
Ni siquiera estábamos en la mitad de los noventa, mucho antes de la aparición de Alanis Morissette y esta rubia española daba clases de feminismo, empoderamiento, corazones destrozados en mil pedazos, toda rockera con una voz ínfima pero con una actitud que se la quisiera cualquiera. Después de Pálido, que en rigor pertenecía a su siguiente disco Mi Pequeño Animal, poco y nada se supo por estos lados de Christina Rosenvinge, como fue reconocida después de alejarse de “Los Subterráneos”.
Lo cierto es que no se fue en un coche, pero sí tomó un avión, cruzó el charco y residió en Estados Unidos. Experimentó con lo underground, sacó tres discos de rock alternativo, se separó del escritor Ray Loriga, se le vinculó sentimental y musicalmente a músicos españoles de rock como Enrique Bunbury y Nacho Vegas, con quien incluso hizo un disco a duo, pero volvió a sus tierras y volvió a sonar nuevamente por estos lados.
La Distancia Adecuada sonó en todas las radios en 2008. Christina, la de Los Subterráneos, estaba de vuelta. Pero ahora firmando con su apellido Rosenvinge su disco Tu Labio Superior. Una producción que la trajo de vuelta a Chile, y un público fiel la recibió con los brazos abiertos, deslumbrados con lo nuevo pero también abrazando la nostalgia de aquellos tempranos años 90. En 2011 vendría La Joven Dolores, en 2015, Lo Nuestro y en 2018, Un Hombre Rubio. Christina nunca olvidaría el vínculo con nuestro país y en cada disco vendría a presentarlo. Pero esta visita es conmemorativa. Los 30 años de Que me Parta un Rayo, el disco con el que comenzó todo, el que recopila esos éxitos de antaño. Y juntó a Los Subterráneos se presentó el domingo pasado a sala llena en el Teatro del Lago en Frutillar, esta noche al frente del Palacio La Moneda, en el Teatro Coliseo hará lo suyo en Santiago. El miércoles la ruta sigue en Quilpué, el jueves en Chillán y el viernes en Concepción. Sí, Christina imparable por Chile. Pero hay más.
Este domingo, y con motivo de las celebraciones del Día Internacional del Libro, estará firmando ejemplares de su libro Debut. Un volumen que publicó hace un par de años y que repasa su discografía. A las 18:00 horas, la española estará en la Fundación Cultural de Providencia, a la salida del Metro Pedro de Valdivia.