La princesa Charlene de Mónaco estuvo al borde de la muerte en Sudáfrica después de someterse a tres cirugías y perder una cantidad preocupante de peso, según publica el portal web Page Six citando a los amigos de la esposa del Príncipe Alberto. Según esta publicación, a los amigos les preocupa que la familia real de Mónaco haya subestimado la gravedad de su estado, todo esto después de que el príncipe soberano concediera extensas entrevistas durante la semana pasada afirmando que su esposa estaba internada en un centro de reposo fuera de Mónaco, sin especificar dónde ni por cuánto tiempo.
“Es injusto que se la represente con algún tipo de problema mental o emocional”, ha explicado una de las fuentes citadas. “No sabemos por qué el palacio le resta importancia al hecho de que ella casi muere en Sudáfrica”. Según estos testimonios, la princesa Charlene de 43 años, sufrió una infección grave de oído, nariz y garganta, que resultó en “problemas graves de sinusitis y deglución derivados de una cirugía anterior”.
“No ha podido comer alimentos sólidos en más de seis meses debido a todas las cirugías por las que ha pasado desde entonces”, dijo esta amiga cercana a la princesa, de la que no se cita el nombre. “Solo ha podido ingerir líquidos mediante una bombilla, por lo que perdió casi la mitad de su peso corporal”.
Según esta fuente, la princesa Charlene “definitivamente no está perdiendo la cabeza ni sufre problemas graves de salud mental”. “Ella está agotada después de seis meses de cirugías y por consiguiente, por una incapacidad para comer adecuadamente”, según este testimonio, la esposa de Alberto de Mónaco “extrañaba desesperadamente a sus hijos y a su esposo mientras estaba atrapada en Sudáfrica, porque no podía viajar a casa”.
En una entrevista para la revista People a propósito del Día Nacional de Mónaco, Alberto llegó a decir que la princesa “estaba abrumada y que no podía enfrentar los deberes oficiales, la vida en general o incluso la vida familiar”, lo que muchos interpretaron como que la princesa sufría de una depresión severa.
Respecto a la preocupación por la alarmante pérdida de peso de la princesa Charlene, esta se reavivó después de que ella misma publicase una foto en Instagram, el pasado 2 de octubre, donde aparecía muy delgada y con aspecto frágil. La princesa se reencontraba con su familia el pasado 8 de noviembre, y el 16, se lanzó un comunicado oficial de la casa Grimaldi que informaba que Charlene se retiraba temporalmente de la vida pública para recuperarse de sus problemas de salud y que empezaba “un período de calma y descanso necesario para garantizar la mejor recuperación de la salud”. La declaración continuaba: “teniendo en cuenta que ha luchado contra sus problemas de salud en los últimos meses, la princesa está actualmente convaleciente y continuará haciéndolo durante las próximas semanas, dándole tiempo a recuperarse de un estado de profunda fatiga general”.
Pocas horas después de su regreso a Mónaco, después permanecer desde el pasado marzo en Sudáfrica, Alberto afirmó que el problema de la ex nadadora no se reduce solo a una cuestión corporal -que mejora muy paulatinamente-, sino que “estaba sufriendo una fatiga increíble. No había dormido bien en varios días y no estaba comiendo nada bien. Ha perdido mucho peso, lo que la hace vulnerable a otras posibles dolencias. Un resfriado o una gripe”.
La pareja, que comparte dos hijos, los gemelos Gabriela y Jaime de 6 años, ha negado con vehemencia los rumores sobre problemas en su matrimonio. El mismo Alberto, en sus últimas declaraciones explicaba: “voy a decir esto varias veces, esto no tiene nada que ver con nuestra relación. Quiero dejar eso muy claro. Estos no son problemas dentro de nuestra relación, no sobre la relación entre marido y mujer. Es de una naturaleza diferente”. Una declaración que se corrobora a través de las fuentes cercanas a la princesa consultadas por el portal Page Six: “No hay problemas con su matrimonio, aparte de que Charlene extrañaba desesperadamente a sus hijos y a su esposo mientras estaba fuera. La verdad es que estaba demasiado enferma para viajar a casa, si hubiera podido volver con la familia, habría estado allí de inmediato”.
“Necesita tiempo para descansar en el mejor ambiente posible. Sobre todo si nosotros como familia somos figuras públicas”, sentenció el príncipe. “Cuando las figuras públicas tienen problemas de salud, merecen privacidad como cualquier otra persona. Espero que todos lo entiendan”, aseguró.
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