Una nueva y singular política de compra se ha puesto en marcha en las tiendas Chanel para la venta de sus carteras más apetecidas. Desde este mes en adelante, la prestigiosa marca de lujo estableció que venderá un máximo de dos bolsos por persona al año.
Se trata de una medida que aplicará para las creaciones más populares, permitiendo que -por ejemplo- un mismo comprador sólo pueda adquirir una Classic Flap Bag y otra Coco Handle. Es decir, sólo un bolso de cada uno de estos diseños puede ser llevado anualmente.
Por otra parte, y para complementar las exigencias de la maison parisina, si se trata de cartera del mismo tipo de cuero, modelo o colección, no se autorizará la compra de más de dos ejemplares.
Duras restricciones que llamaron inmediatamente la atención de las audiencias, por el costoso valor de sus productos, que ya representan -en primera instancia- una limitación importante para la compra del común de las personas. Por lo que se abrió la pregunta, ¿qué fin tendría esta decisión para la marca?
Aparentemente, Chanel estaría buscando mantener la exclusividad de sus productos estrella y que continúen siendo poco accesibles para el público. Es que, a pesar de que en reiteradas ocasiones la marcas de lujo han elevado los precios de sus piezas clave, las carteras siguen teniendo una alta demanda y hay quienes incluso están dispuestos a hacer largas filas antes de la apertura del local por la mañana.
Aunque con esta alza de precios lograron controlar de algún modo la explosiva venta, luego de tres intentos en el año no han visto cambios reales, pues siguen habiendo quienes están dispuestos a pagar los altos costos de un bolso de diseñador. Mismo caso que ocurrió con Hermès, que tiempo después, siguió la misma técnica sin mayores resultados.
Otra de las razones que habría tenido la firma fundada por Coco Chanel en 1910, es el poder repercutir en el mercado de segunda mano y la reutilización de bolsos usados. La venta de carteras pre-owned es bien pagada y funciona cómodamente tanto para compradores como para los revendedores, sin embargo resultaría contraproducente para el prestigio e intención de la exclusiva casa de modas.