Chad Michael Murray está listo para encender la pantalla esta Navidad con su nueva película de Netflix, The Merry Gentlemen. Y ahora, el actor decidió dar su visión sobre lo que realmente significa ser sexy.
El actor de 43 años, conocido por robar corazones en los 2000, conversó con People al respecto. Y justo a tiempo para el anuncio más esperado del año en dicho medio de comunicación: el Hombre Más Sexy del Año.
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“Hay tantas cosas diferentes que hacen que alguien sea sexy. Es una combinación de estar seguro de quién eres, saber quién eres y sentirte cómodo con eso, sin importar cómo te veas o cómo te sientas”, señaló.
Lejos de reducir el concepto a un mero físico, Chad sostiene que “lo sexy es un estado mental”. Y añadió que no es solo una “reflexión visual”. “Es confianza, es estar en paz contigo mismo”.
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“Es acostarte por la noche sabiendo que tuviste un buen día, que hiciste lo que pudiste, y no tener remordimientos al irte a dormir”. Con esta perspectiva, no es de extrañar que Murray considere que la seguridad y la autenticidad son clave.
Además, para él, la bondad también juega un rol importante: alguien que es “desinteresado y amable” y que “encarna eso como líder” para los demás es atractivo.
“Otras personas pueden verlos y pensar: ‘De acuerdo, eso me gusta, eso lo entiendo, y además, me encanta cómo lleva ese traje o me gusta cómo luce en ese vestido’”, agregó el actor.
Si bien Chad solía ser uno de los galanes más codiciados, ahora mira esa etapa con ojos muy distintos. Dos décadas después de haber sido elegido como uno de los 50 chicos más sexys por Teen People, el actor reflexiona sobre su época de ídolo adolescente con un toque de humor.
“Si fuera hoy, ni siquiera pensaría en ello, no me daría cuenta, pero cuando tienes 20, 21 o 22 años, sé que era mucho más consciente de todo“, confesó. “Te preocupas por cada mechón de pelo”.
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“Te preocupa cómo te ves con la ropa cada día, incluso cuando no te das cuenta de que te vistes horrible. Sí, incluso los galanes tienen esos momentos de “¿en qué estaba pensando?“, continuó Chad.
“Si no hubiera pasado por todo lo que pasé, no estaría donde estoy ahora”, reflexionó. Para él, las experiencias difíciles son las que verdaderamente te hacen crecer.
“El crecimiento no viene cuando te dan las cosas, sino cuando te las quitan, cuando las personas te dicen no en lugar de sí todo el tiempo. Y ahí es cuando empiezas a aprender lo que realmente importa“.
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¿Consejo para su yo más joven? Rodearse de mentores. “Una vez que me rodeé de un grupo de personas a las que admiraba y respetaba, eso tuvo un gran impacto en quién era como ser humano“, explicó Chad.
A sus 43 años, ha logrado el equilibrio perfecto entre su vida personal y profesional, y hoy se encuentra más feliz que nunca. ¡El resultado de una carrera de fondo, no de velocidad!