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Hace treinta y un años en Estados Unidos, la campaña Rock the Vote se llenó de estrellas y convirtió a celebridades como Madonna , Lenny Kravitz y Sarah Jessica Parker en la cara más visible de la campaña política de aquel periodo. Ocurrían las elecciones presidenciales en Norteamérica y la iniciativa consistió en anuncios dispuestos en lugares públicos que denunciaban al gobierno por infringir la libertad de expresión en la música (en ese momento se censuraban las letras de rap y hip hop), todo mientras se pedía que la gente participara en las elecciones. La organización RTV, creada por el ejecutivo musical Jeff Ayeroff, buscó convencer al grupo etario que iba entre los 18 y los 29 años, que históricamente ha sido el grupo de votantes menos activos, creando esta exitosa campaña para los más jóvenes. Desde esos años hasta hoy, los cantantes pop y las estrellas de cine ocupan sus espacios de expresión para decirles a sus seguidores que voten. Hoy, con pleno uso de las redes sociales, las celebridades han hecho de este mensaje algo más personalizado.
En las elecciones venideras a la de 1990, RTV se asoció con MTV, ampliando su audiencia a más votantes potenciales. Se unieron así personajes como Justin Timberlake, Leonardo DiCaprio y Kendall Jenner, al movimiento para promover la participación ciudadana. En 2004, siguiendo la misma línea, el rapero Sean Combs se asoció con Revolt TV para lanzar la campaña Vote or Die destinada a generar entusiasmo entre el electorado joven y los grupos minoritarios. Durante la campaña presidencial del año pasado entre Biden y Trump, el rapero relanzó el movimiento uniéndose con celebridades como Billie Eilish desplegadas en paletas publicitarias en la vía pública.
En la misma línea y también movidos por el deseo de sacar a Trump de la Casa Blanca, figuras como Lizzo y Mandy Moore se asociaron con la organización I Am A Voter para la campaña #RunwaytothePolls, que consistía en que los ciudadanos usando el mencionado hashtag, enviaran fotos de la emisión de su voto o yendo a las urnas, al mismo tiempo que ofrecían ayuda o movilización para llevar a votar a otros. Un activismo electoral rápido, libre de horarios y de pautas en los medios más tradicionales. Algo muy típico de lo que son las redes sociales, contenido personalizado y diálogo instantáneo, lo que genera movilización y participación.
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Pero volvamos a 1990 y la campaña Rock the Vote. Ahí Madonna se vistió con la bandera estadounidense con el mensaje de “Go and Vote” mientras sonaba de fondo su exitoso hit Vogue. Pero la reina del pop siempre ha sido una entusiasta activista en esto de llamar a votar, el año pasado publicaba videos de Instagram criticando abiertamente la gestión de Trump seguidos con el hashtag BidenHarris2020. Por su parte, Beyoncé también subía selfies con una máscarilla del actual presidente y la vicepresidenta con el mensaje “Go Texas!”.
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Mediante otras campañas, muchas estrellas han querido influir en las votaciones. Y ahí están Cher y Jane Fonda, quienes han sido abiertas defensoras de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y de los movimientos por la paz, respectivamente. Incluso antes del nacimiento de las redes sociales. En general, durante la elección del año pasado en Estado Unidos, que el compromiso político de las celebridades aumentó, quizás porque la llamada Generación Z está mucho más proactiva en estos temas, sumado a la pandemia del COVID-19 y a los movimientos surgidos durante el último tiempo como el #MeToo y el #BlackLivesMatter.
Incluso una celebridad apolítica hasta ese momento, como la actriz Jennifer Lawrence habló a través de un podcast llamado Absolutely Not y contó que fue la reelección de Trump lo que la empujó más hacia la izquierda de su ideología política, asegurando que hoy es una orgullosa demócrata. La cantante Taylor Swift también confesó haberse puesto más activista en temas políticos a partir de su apoyo al candidato demócrata por el senado, Phil Dresden en 2018 y en una entrevista para la V Magazine aseguró su apoyo para Biden y Harris. Sin embargo, hubo otros que recibieron críticas como el actor Chris Pratt, por guardar silencio sobre sus preferencias políticas. Lo que sí tienen claro todos es que, más allá de por quién votar, lo importante es participar y las celebridades a lo largo de las últimas décadas no se han quedado de brazos cruzados.
