Revista Velvet | Carretera Austral con Loberías del Sur, ideal para una escapada de pocos días
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Carretera Austral con Loberías del Sur, ideal para una escapada de pocos días

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Carretera Austral con Loberías del Sur, ideal para una escapada de pocos días

POR equipo velvet | 29 enero 2025

Escaparme durante 4 días a la Carretera Austral fue, sin duda, la mejor decisión de este verano. Apenas aterrizamos, el equipo de Loberías del Sur estaba allí, esperándonos para llevarnos directamente al hotel. Fueron un par de horas de viaje, pero lo mejor fue el guía que nos acompañaba, quien nos fue contando todo sobre la historia, la flora y la fauna que íbamos viendo por el camino. La vegetación se volvía más y más imponente a medida que avanzábamos, y cada rincón parecía una pintura en vivo.

Cuando llegamos al hotel, la bienvenida fue perfecta: un calafate sour en la terraza con vista al fiordo Aysén. ¡La mejor forma de comenzar nuestra aventura en la Patagonia! Y como si fuera poco, la experiencia gastronómica en el restaurante “Chucao” no se quedó atrás: una fusión de sabores locales e internacionales que realmente nos sorprendieron. Los platos típicos de la Patagonia, elaborados con los mejores ingredientes del sur de Chile, son simplemente espectaculares.

El segundo día fue un auténtico espectáculo. Nos embarcamos en uno de los catamaranes de alta velocidad para ir a conocer el Glaciar San Rafael. A bordo, nos esperaba un rico desayuno y un paisaje espectacular mientras navegábamos por los fiordos de la Patagonia. Lo mejor de todo fue la tranquilidad de la navegación, que nos permitió disfrutar del entorno, rodeado de témpanos, delfines y lobos marinos. La llegada al glaciar fue algo indescriptible; la vista era tan imponente que parecía un sueño. Luego nos embarcamos en botes  para una excursión por la Laguna San Rafael, rodeados de hielos milenarios y témpanos. El regreso fue épico: whisky con hielos milenarios, karaoke, baile y una gran fiesta para terminar un día inolvidable.

Al tercer día, recorrimos el Parque Aikén del Sur. Caminamos por senderos rodeados de la flora y fauna autóctona, sintiendo la conexión total con la naturaleza. Al mediodía, nos esperaba un tradicional asado de cordero al palo, acompañado de música en vivo y mucho Chamamé. En la tarde, nos relajamos en las Termas de Ensenada Pérez. Las piscinas naturales de agua caliente, a 38 grados, con vista al fiordo Aysén y al volcán Macá, eran el paraíso. Mientras nos bañábamos en esas increíbles aguas termales, disfrutamos de un pisco sour y de unos aperitivos al atardecer. Una experiencia relajante que complementó perfectamente la experiencia.

Al cuarto día ya estábamos listos para el último desayuno del hotel con una pastelería que es uno de sus imperdibles, para luego disfrutar de un tranquilo trayecto al aeropuerto y volver renovados, luego de una experiencia única que te conecta directamente con las maravillas de la Patagonia.  Sin duda, un viaje que nunca olvidaremos.

Pía Siegel S.

Periodista de viajes.

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