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La postura corporal siempre ha sido uno de los factores más relevantes a la hora de dar una primera impresión y de marcar nuestra presencia en público. Pero ahora, psicólogos han descubierto que incluso podría cambiar la forma en como te sientes.
Aunque sea un ligero cambio, la postura correcta podría ayudarnos a reducir el estrés o la ansiedad, los nervios ante situaciones tensas e incluso aumentar nuestra predisposición a la felicidad en el cotidiano. Todo, debido al llamado ‘pensamiento corporal’.
Así aseguró Aurora Vallejo, psicóloga española a Vogue: «Una postura encorvada, cerrada sobre sí misma, con piernas y brazos cruzados favorece la aparición de pensamientos y recuerdos negativos, mientras que una postura abierta, erguida y de plenitud facilita la activación de pensamientos positivos».
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Lo que aseguran sobre esta teoría del pensamiento corporal, es que existe una relación directa entre la posición de nuestro cuerpo y nuestras emociones. Y que un solo cambio en nuestra postura sería suficiente para ganar confianza, autoestima y felicidad.
«Por lo general, las posturas corporales más cómodas y equilibradas, en las que la espalda mantiene su curvatura natural, los hombros rectos, la cabeza erguida y los músculos relajados suelen ser más beneficiosas para el estado de ánimo», aseguraron desde TherapyChat.
Pero, ¿cómo una sola postura puede generar tanto cambio en nosotros?
Según explican los expertos, estas posturas envían al cerebro el mensaje de que se está en equilibrio, de manera que los circuitos neuronales «intensifican los sentimientos positivos y las sensaciones más placenteras», que da como resultado que nos sintamos mejor.
«Por el contrario, las posturas corporales más rígidas y desequilibradas, en las que la espalda está curvada en exceso, los hombros y la cabeza caen hacia delante y los músculos están muy tensos pueden afectar a las emociones y hacer que una persona se sienta más triste, desmotivada o angustiada», concluyeron.
