Revista Velvet | “Bros”: una comedia romántica distinta y divertida, donde el amor es siempre lo más importante
Crítica de cine

“Bros”: una comedia romántica distinta y divertida, donde el amor es siempre lo más importante

“Bros”: una comedia romántica distinta y divertida, donde el amor es siempre lo más importante
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“Bros”: una comedia romántica distinta y divertida, donde el amor es siempre lo más importante

POR Carlos Loyola Lobo | 22 noviembre 2022

La comedia romántica ha sido un género, desgraciadamente, en retirada cuando hablamos de los grandes estrenos cinematográficos en salas. Y es que hoy todo, o casi todo, son grandes producciones: los superhéroes, sus secuelas y poco más.

Atrás quedaron las reinas de estas historias: Meg Ryan, Sandra Bullock y, sobre todo, Julia Roberts, haciéndonos suspirar en compañía -casi siempre- de Richard Gere, Tom Hanks, George Clooney o Hugh Grant. Un género que en los Estados Unidos es llamado “scramble comedy”. Entiéndase como comedia revoltosa donde chica conoce a chico, chico enamora a chica, chica se desilusiona de chico, chico la reconquista y viven juntos para siempre.

La fórmula, con ciertos matices, se repite de película en película. Y siempre estos protagonistas están rodeados de un grupo de buenos secundarios que aportan sazón a la historia. Si quisiéramos ir al origen de todo esto, tendríamos que hablar de Doris Day y Rock Hudson en plenos años sesenta. Pero dicho todo esto, va quedando claro de qué estamos hablando y a qué atenernos cuando tenemos enfrente a una película como Bros.

De aquellas historias, las con Julia, Meg y Sandra, han pasado más de 20 años. Las costumbres y la cultura en el mundo han cambiado. Los amores se diversificaron. Y este género, con ganas de una nueva vida, ha tenido que adaptarse a esos cambios, de lo contrario solo podríamos quedarnos con el recuerdo y la nostalgia.

Pero el amor se niega a morir. Y si hoy en todas las ficciones es recurrente tener uno o más personajes del colectivo de la diversidad sexual, ¿por qué no realizar una película protagonizada por dos homosexuales? Además, con un elenco enteramente perteneciente a la comunidad LGBTIQ+, y con muchos de su equipo técnico también miembros de la diversidad.

Es como esta idea llega a manos de Judd Apatow, el gran cerebro de la comedia escatológica de hace una década con títulos como Virgen a los 40, Ligeramente Embarazada y The Hangover, quién se suma como productor ejecutivo y tenemos entre nosotros a esta historia adorable, divertida, a ratos políticamente incorrecta, y por momentos bastante honesta, que busca ser un gran fresco, desde adentro, de lo que son las relaciones homosexuales.

Las dinámicas de conquista, las apps de citas, los referentes pop y culturales que los miembros de esta comunidad sigue, todo contado con completo desparpajo y libertad por sus protagonistas. En una historia que se centra en Bobby (Billy Eichner), un hombre soltero gay con 40 años que no busca el amor. Su tiempo e interés están completamente dedicados a sacar adelante un proyecto histórico, el primer museo de historia LGBTQ+. Sin embargo, una noche en una discoteque conoce a Aaron (Luke Macfarlane), otro hombre con problemas de compromiso, de quien inesperadamente se enamora.

El guion del director Nicholas Stoller, y del propio protagonista principal Billy Eichner, es consciente de que tiene en sus manos la primera comedia romántica gay hecha por un gran estudio (Universal Pictures). E inteligentemente hace referencia a esto: durante los primeros minutos, Bobby nos cuenta en un podcast que un productor le ofreció hacer una comedia romántica gay. Pero heteronormada, a lo que él se niega, porque las relaciones de la comunidad LGBTIQ son diferentes y está harto de tener que adaptarse a las maneras de conquistas de una sociedad héterosexual para tener que ser aceptado.

Fiel a estas palabras, la película es efectiva en reflejar cómo son las citas en el mundo homosexual: las conversaciones en app de citas, los encuentros casuales, la obsesión con un cuerpo marcado y musculoso, el pedido de fotos desnudos como requisito para verse en persona y el posterior bloqueo de la app si al otro no le gustó tu foto. Todo esto y mucho más es tratado de forma ingeniosa y bastante realista.

Haciendo referencia a clásicos como Cuando Harry conoció a Sally o a Tienes un E-Mail, Bros no le hace el quite a, desde el humor, ser políticamente incorrecta y mandar unos cuántos mensajes a su público objetivo respecto a su manera de relacionarse e incluso de discriminar, a la hora de buscar relaciones sentimentales. Llena de guiños divertidos a la cultura popular, a ratos quizás muy específicos de la cultura popular gay norteamericana de la que quizás no todo el público chileno tiene conocimiento tan acabado, Bros termina siendo una historia adorable. Una película que logra su objetivo, que resulta ser una muy buena excusa para una cita, que es lo que uno espera sobre todo de este género, en estado de búsqueda y renovación, para nuevos públicos pero que disfrutan y celebran el amor en todas sus formas.

Bros se estrena este jueves 24 de noviembre en todas las salas de cine nacionales.

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