El querido y reconocido actor reveló en un podcast cómo el alcohol y las drogas casi lo hacen abandonar su carrera en 2000.
Que un actor revele sus problemas de salud mental y enfermedades, es cada vez más normal en Hollywood. Pero cuando se trata de adicciones, son pocos los que se atreven a dar ese paso, precisamente porque fue un momento oscuro en sus carreras. Recientemente Bradley Cooper se refirió abiertamente a sus problemas con las drogas, específicamente la cocaína.
El actor de 47 años fue invitado a una conversación en el podcast Smartless, presentado por los actores Jason Bateman, Sean Hayes y Will Arnett, buenos amigos del intérprete de Ha nacido una estrella y El francotirador.
Durante el programa le preguntaron a Cooper cómo pudo salir de las drogas en la que entró en sus 20, hace un cuarto de siglo. Arnett, cómico conocido por ser la voz del protagonista de la serie de animación Bojack Horseman, comentó: “Yo te quería mucho y quería que estuvieras bien, y sabía que no te sentías nada bien con todo aquello”. “Estaba muy perdido, y era adicto a la cocaína”, respondió Bradley. Y admitió que fue precisamente una conversación con Arnett, en 2004, lo que le “puso en camino de un cambio de vida”.
Durante el programa, Cooper explicó cómo su vida y conocer la fama no fueron un cuento de hadas, antes de tener el reconocimiento que hoy tiene. De hecho, tuvo una serie de eventos desafortunados a mediados de la década de los 2000. “Me corté el tendón de Aquiles justo después de que me despidieran de (la serie de televisión) Alias”. Para luego revelas que en ese entonces tenía “cero autoestima”. De hecho, su personaje desapareció de la serie en la segunda temporada.
En una entrevista que dio a GQ en 2013, ya había adelantado que por esos años trabajaba tres días a la semana y que entonces ya había tenido problemas con el alcohol. “Iba a sabotear toda mi vida”. Y llegó a pedirle al creador de la serie, J. J. Abrams, que le sacara para hacer otros proyectos. Y fue ahí cuando estuvo a punto de abandonar la actuación para siempre.
Quizás, como él mismo reconoce, tuvo suerte de que todo le ocurriera joven, “con 29 años”. “Creía que ya lo había logrado cuando grabé el anuncio de (los supermercados) Wendy’s… En cuestión de pensar que lo había conseguido, ahí fue cuando me dije: ‘Lo logré’. Pero en realidad no lo sentía así, y mudarme a Los Ángeles para hacer Alias fue como volver al instituto: no podía ir a discotecas, ninguna chica me miraba… Estaba completamente deprimido“, confesó, antes de explicar que se tardó 5 años en encontrar su camino. De hecho, superar su adicción lo convirtió en el ángel de la guardia de otros amigos como Ben Affleck o Brad Pitt, los cuales han contado cómo Cooper les ha ayudado a superar sus respectivas adicciones.
Tras algunos papeles en comedias románticas y alguna serie como Nip/Tuck, su camino se encarriló gracias al taquillazo Qué pasó ayer?. “Tenía 36 años cuando hice ¿Qué pasó ayer?, así que tuve que pasar por todas esas cosas antes de que la fama jugara un papel importante en mi día a día. Todo eso pasó antes de la fama”, recordó, quien hoy tiene 9 nominaciones a los premios Oscar como actor y productor y que estos días prepara Maestro, un biopic sobre el compositor Leonard Bernstein.
Bradley Cooper se dio cuenta de sus logros y el hecho de que “permitiera que todos esos cambios ocurrieran” en su vida, hizo que se descubriera él mismo y se convirtiera en la persona y estrella global que es hoy, aseguró su amigo Arnett. “Eso es cierto”, sentenció Cooper. “Definitivamente, hice enormes avances entre los 29 y los 33 o 34 años, cuando al menos fui capaz de ponerme delante de alguien, respirar, escuchar y hablar”.