No ha sido el mejor año para el ganador del Oscar. En mayo, sus abogados consiguieron la custodia compartida de sus cinco hijos menores. Sin embargo, la decisión del juez tuvo un revés cuando los representantes legales de Jolie descubrieron que había conflictos de intereses revocando el resultado. Hoy, aunque Brad Pitt viva a 5 minutos de sus hijos, está más lejos que nunca.
Fue en julio que Brad Pitt recibió la lamentable noticia de que su ex había ganado la custodia de Pax (17), Zahara (16), Shiloh (15) y Vivienne y Knox (13). La custodia compartida quedó anulada porque el juez privado que llevaba el caso, John Ouderkirk, fue descalificado por otros tres jueces, que acusaron una “falta ética” al no revelar sus “relaciones profesionales con los asesores de Pitt”. Lo que puso en duda su “capacidad para ser imparcial”. Sin embargo, los abogados del actor alegan que Angelina conocía “el importante historial profesional de asesoría de Ouderkirk con Pitt desde el principio”.
Tras ser apartado del caso, los niños volvieron a pasar a Jolie. Pitt decidió solicitar una nueva revisión de la custodia y presentó un recurso en un alto tribunal californiano, pero se le ha denegado esa nueva revisión.
Por otro lado, uno de los representantes legales del actor aseguró que la decisión se trataba de una “cuestión técnica de procedimiento”, pero que los esfuerzos de Brad Pitt por recuperar sus derechos como padre no cesarían. “Continuaremos haciendo todo lo que sea legalmente necesario con base en los hallazgos detallados de los expertos independientes”.
Una batalla que ha sido larga, cara y difícil, y que no parece ver su final. Los abogados de Angelina Jolie han remarcado que no dejarán que esta decisión sea cambiada por Pitt y “malas conductas judiciales, para que se recompense a los intereses de una de las partes”. Y es que la ex del productor de cine obtuvo la custodia de los niños porque “está centrada en su familia y encantada de que el bienestar de los niños no esté guiado por un comportamiento falto de ética”.
Algunos expertos auguran que, hasta que los más pequeños no cumplan 18 y todos sean mayores de edad, la lucha por su custodia no llegará a su fin.