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Cada tercer lunes del año, llega el Blue Monday, lo que según expertos sería el más triste del año. ¿Su motivo? Las fiestas ya pasaron, y el bolsillo pesa cada vez más. Además, la melancolía se toma los corazones y de pronto enero parece eterno.
Si bien el Blue Monday no está acompañado con alguna demostración científica específica y empezó más bien como un truco publicitario para agencias de viajes, si son varios los expertos que ya lo han considerado como un hecho.
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Así, y con la idea de pensar que las próximas vacaciones estaban tan lejos, el tercer lunes del año se transformaba en uno melancólico, al que cada vez le sumaron más motivos para (solo por este día) hundirse en la nostalgia, la añoranza y a veces la tristeza.
Sin embargo, en nuestro hemisferio del planeta el Blue Monday no alcanza mayor llegada, ya que en comparación a su lugar de origen, nosotros atravesamos el verano, nos acompañan días agradables y climas que nos permiten pasar la tarde en la playa o la piscina.
Por otro lado, otro tema que si nos puede afectar más son los propósitos del nuevo año, que muchas veces pueden resultar abrumadores para muchos, e incluso estresantes por la cantidad de esfuerzo y dedicación que hay que poner entre medio.
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Con respecto a las posibles consecuencias del Blue Monday en nuestro estado anímico, las soluciones son bastante sencillas: buscar formas de aumentar la serotonina, el neurotransmisor que regula el estado de animo.
¿Cómo producir más serotonina? Tomar sol para recibir los beneficios de la vitamina D, hacer deporte, especialmente actividades aeróbicas, y consumir alimentos fermentados, que permitirán que nuestro microbioma intestinal pueda producir hasta el 90% de la serotonina de nuestro cuerpo.
