Blake Lively enfrenta un nuevo revés legal en su batalla judicial relacionada con It Ends With Us. Esta vez contra Jed Wallace, un publicista de la firma texana Street Relations, Inc.
Wallace fue mencionado en su denuncia ante el Departamento de Derechos Civiles de California. Y ha presentado una demanda por difamación, alegando que Lively lo señaló injustamente como parte de una campaña de desprestigio en su contra.
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El conflicto legal comenzó el pasado diciembre, cuando la actriz presentó una denuncia por acoso sexual contra su coprotagonista Justin Baldoni, afirmando que él habría cometido conductas indebidas durante la producción de la película.
Así como también, acusó que habría orquestado una campaña de represalias para “destruir” su reputación, algo que Baldoni ha negado. Pero las cosas no se detuvieron allí.
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En enero, Baldoni respondió con una demanda de 400 millones de dólares contra Lively, su esposo Ryan Reynolds y su publicista Leslie Sloane, acusándolos de extorsión y difamación.
En su denuncia inicial, los abogados de Lively afirmaron que Wallace habría sido contratado por el equipo de relaciones públicas de Baldoni para “movilizar un ejército digital por todo el país, desde Nueva York hasta Los Ángeles, para crear, sembrar y promover contenido que aparentaba ser auténtico en plataformas de redes sociales y foros en internet”.
Wallace, quien según su abogado “jamás ha conocido ni hablado con la Sra. Lively”, niega rotundamente cualquier participación en una campaña de desprestigio. Su demanda argumenta que las afirmaciones de Lively han causado “millones de dólares en daños reputacionales”. Y busca un mínimo de 7 millones de dólares en compensación.
El equipo legal de Lively no se ha quedado callado y emitió un comunicado: “Otro día, otro estado, otra demanda de nueve cifras que busca llevar a la Sra. Lively ‘a la ruina’ por hablar en contra del acoso sexual y las represalias“.
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Agregaron que la demanda de Wallace es “una represalia transparente”. Y que, aunque confían en que será desestimada, esperan que Wallace “rinda cuentas en la corte federal”.
La tensión entre ambas partes escaló rápidamente, y el juez del caso ya ha advertido a los abogados que eviten litigar en el foro público. El juicio entre Baldoni y Lively está programado para marzo de 2026, así que es probable que este drama legal siga dando de qué hablar por mucho tiempo.