No hay que ser especialmente inteligente para advertir que la pandemia ha transformado la moda en que nos vestimos. Más allá de algunas excepciones (que me resultan incomprensibles) casi todos hemos dejado descansar jeans, pantalones y vestidos para dar rienda suelta al comfy look. Pantalones de buzo, polerones y prendas oversize se volvieron protagonistas indiscutidos.
“Muévete athleisure, bienvenido biz-leisure”. Con esta frase la revista Harper’s Bazaar Estados Unidos fue la primera en hablar de esta nueva tendencia, que combina chaquetas más formales con bermudas o incluso shorts deportivos: “Zoom en la parte superior, Netflix en la parte inferior”. Más claro, imposible.
El biz-leisure nació de la cuarentena y según expertos esto tiene también una explicación psicológica, porque en momentos de estrés y pérdida, es lógico que prioricemos ropa que pueda evocar una sensación de comodidad y calma.“Si bien los pantalones deportivos ya se estaban convirtiendo en un elemento básico de la moda, combinarlos con chaquetas es el truco de estilo de cuarentena que no sabíamos que necesitábamos”, finaliza el artículo de Bazaar, pero no es el único.
Australia fue uno de los primeros países en terminar con la cuarentena y volver al trabajo fuera de casa, y el diario Sunday Morning Herald también retrató esta misma tendencia, que: “Si hay algo que hemos aprendido de nuestra experiencia prolongada trabajando desde casa, es que hay miles de maneras de vestirse profesionalmente”.
Todo indica que los casual fridays serán cosa del pasado, y que la ‘nueva normalidad’ viene acompañada de una ‘nueva formalidad’.