Como se informó durante el día de ayer, Silvio Berlusconi falleció a los 86 años de edad en el Hospital San Raffaele de Milán, debido a diferentes complicaciones derivadas de una leucemia que padecía desde hace algún tiempo.
Según la agencia de comunicación italiana ANSA, debido a esta difícil condición, es que durante los últimos meses, el ex primer ministro italiano había visitado el hospital varias veces, y es que su cuerpo estaba sufriendo diferentes ataques.
Y aunque era esperable que una enfermedad de este tipo podría acabar con su vida, la noticia de su muerte impactó al mundo y, por cierto a la sociedad italiana. Su novia Marta Fascina está muy afectada y algunos amigos como Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, expresaron sus condolencias: “La tristeza de hoy no borra los momentos felices que vivimos juntos”.
Pero Silvio Berlusconi no le tenía miedo a la muerte e incluso pensaba en ella bastante seguido. Y lo cierto es que muchos años antes que se le declarara la leucemia, para ser más precisos en 1990, el empresario mandó a construir un mausoleo de mármol de Carrara en su mansión de Arcore, ubicada en las afueras de Milán.
Para esto, Berlusconi contrató a uno de los mejores escultores de la época, el artista Pietro Cascella, a quien le pidió que creara un gran sepulcro inspirado en la tumba de Tutankamon o del emperador Adriano, y en que no quería un ambiente ”mortuorio”.
El espacio funerario tenía que tener una gran dimensión para contener su cuerpo una vez que falleciera y que incluyera a una treintena de personas cercanas a su entorno: familiares, amigos, a quienes les daría el honor de descansar eternamente junto a él.