En una reciente entrevista con British Vogue, Bella Hadid abrió un espacio de conversación que muchas veces se evita en el mundo del espectáculo: cómo es trabajar mientras se atraviesa el ciclo menstrual, especialmente cuando hay condiciones crónicas involucradas.
Y lo hizo con una propuesta que no tardó en viralizarse. Según Hadid, debería ser ilegal obligar a las mujeres a trabajar durante su periodo. “¿Conoces esa sensación cuando estás en tu periodo, estás hinchada, te duele la espalda y simplemente no puedes imaginar un mundo en el que te convenzan de salir de la cama, pero tienes que hacerlo porque tienes que ir a trabajar? Bella Hadid sí que la conoce“, señala el artículo.
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La propuesta surgió mientras hablaba sobre los primeros años de su carrera y el impacto que tuvo en su relación con su imagen corporal: “Me acababa de mudar de la casa de mis padres y entré directo a un mundo donde tienes que mirarte al espejo todos los días. Y nos viene la regla”, contó. “Estás haciendo una campaña para Victoria’s Secret con la regla, teniendo (endometriosis). Eso debería ser ilegal”.
El mensaje apunta a una crítica concreta: la falta de reconocimiento del dolor menstrual como una realidad médica que afecta el rendimiento laboral. “Voy a hablar con la Casa Blanca sobre esto, porque literalmente deberíamos prohibir que las mujeres trabajen durante la semana de su periodo. Y la semana anterior también, siendo honesta”.
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El testimonio de Hadid cobra aún más fuerza al considerar su historial médico. La modelo sufre de endometriosis, TDAH, depresión, ansiedad, TDPM, síndrome de ovario poliquístico y enfermedad de Lyme.
Un combo desafiante que, sin embargo, rara vez detiene sus compromisos profesionales. “Creo que nadie entiende realmente lo que es vivir con una enfermedad crónica”, confesó. “La mayoría de los días es difícil incluso ducharse”. Y en sus días libres, dice, “si logro ducharme y hacerme el desayuno, ya lo considero un logro”.
Para sobrevivir a la exigencia estética y emocional del medio, Bella creó una suerte de alter ego: Belinda. Una especie de escudo emocional que la acompaña cuando todo cuesta más.
“Belinda solo hace su trabajo. Ella la rompe. Puede estar llorando de 5 a 7 de la mañana, pero cuando llega al trabajo, tiene una sonrisa en la cara, hace lo que tiene que hacer y sale adelante. Para mí, eso es Belinda“.
