Las princesas Beatriz y Eugenia participaron en el tradicional servicio religioso de Navidad junto a la familia real británica en Sandringham, una de las citas más visibles del calendario monárquico. Su presencia no pasó inadvertida. Especialmente por la ausencia de sus padres, Andrés Mountbatten-Windsor y Sarah Ferguson, en medio de semanas particularmente complejas para ambos.
Eugenia, de 35 años, optó por un abrigo morado acompañado de un sombrero a tono. Mientras que Beatriz, de 37, eligió una chaqueta de pata de gallo. Ambas caminaron sonrientes junto a sus respectivos esposos, Jack Brooksbank y Edoardo Mapelli Mozzi, integrándose con naturalidad a la procesión familiar.
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El servicio en la iglesia de St Mary Magdalene, en Norfolk, es una tradición anual que reúne a la familia real y que suele incluir un recorrido al aire libre, saludos al público y la recepción de regalos. Ni Beatriz ni Eugenia llevaron a sus hijos al servicio religioso, una decisión que contrastó con la imagen familiar más amplia que suele caracterizar esta jornada.
Semanas antes, ambas princesas habían declinado la invitación de Kate Middleton para asistir a su tradicional servicio de villancicos navideños. Fue la propia Eugenia quien explicó la situación a través de Instagram, al compartir una publicación del príncipe y la princesa de Gales sobre el evento.
“Ojalá Bea y yo hubiéramos podido estar celebrando esta noche con nuestra familia”, escribió. “Deseándole a @princeandprincessofwales una noche tan especial en su increíble servicio de villancicos”, continuó. “Qué mensaje tan poderoso de amor y esperanza”.
La aparición pública de las hermanas se produce tras semanas especialmente duras para sus padres. En octubre, Andrés fue despojado de sus títulos tras nuevas revelaciones relacionadas con su presunta implicación con Jeffrey Epstein. Durante años, Virginia Giuffre sostuvo que fue obligada a mantener relaciones sexuales con él cuando tenía 17 años. Aunque el ex príncipe negó las acusaciones, en 2022 llegó a un acuerdo extrajudicial de varios millones de dólares con Giuffre, quien murió por suicidio en abril de este año a los 41 años.
A este escenario se sumó la publicación reciente de un correo electrónico de 2021, extraído de los archivos de Epstein, en el que Mountbatten-Windsor habría preguntado a Ghislaine Maxwell si había “encontrado nuevos amigos inapropiados” para él. Sarah Ferguson, quien también tuvo vínculos con Epstein, fue igualmente despojada de su título.
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Mientras tanto, Beatriz y Eugenia mantienen los suyos y continúan cumpliendo compromisos públicos de manera puntual. Andrés, en tanto, enfrenta el desalojo de Royal Lodge, residencia que compartió durante años con Ferguson. Su última aparición pública tuvo lugar a comienzos de este mes, cuando asistió al bautizo de su nieta Athena, hija de Beatriz, en la Capilla Real del Palacio de St. James, ingresando por una entrada lateral para evitar a la prensa.
