Si hablamos de miniseries, Scott Frank es la persona de varias de las más exitosas de Netflix. Entre ellas, gambito de dama o Godless. Ahora, es el turno de Departamento Q, la que tiene a Matthew Goode como estrella principal.
Se trata de una miniserie de tono oscuro y que toma lo mejor del cine negro nórdico para desarrollar una historia intrigante, que engancha. Y es así como se ha convertido en el nuevo éxito de la plataforma de streaming.
Junto al actor de Watchmen (2007) nos encontramos a Leah Byrne (¡Llama a la partera!), Alexej Manvelov (Jack Ryan), Kelly Macdonald (Gosford Park), Kate Dickie (Game of Thrones), Jamie Sives (Annika), Catriona Stirling (Fuimos los afortunados), Mark Bonnar (Shetland) y James Macnaughton (Invasión secreta).
Durante sus ocho episodios, Departamento Q ofrece una buena nueva versión de la saga de películas danesas originales, con un guión desarrollado en colaboración con Chandni Lakhani (Dublin Murders), Stephen Greenhorn (Amanece en Edimburgo) y Colette Kane (Dalgliesh).
La serie relata la historia del personaje de Carl Morck, protagonista de la saga literaria de Jussi Adler-Olsen. Un introvertido y poco sociable detective de Edimburgo que sobrevivió a un violento ataque por parte de un criminal que dejó a su compañero y único amigo James Hardy (Jamie Sives), paralítico y convaleciente en una cama, acabando también con la vida de otro agente de policía.
El traumático hecho afecta a Carl, quien tiene más de algún enemigos dentro de la policía por su trato desagradable y poco amistoso. Además, debe asistir a terapia con la Doctora Rachel Irving (Kelly Macdonald), pero no por voluntad propia. Al regresar de su licencia médica, su jefa Moira Jacobson (Kate Dickie) aprovecha el momento y lo traslada al Departamento Q, una división abandonada en el sótano que investiga casos antiguos sin resolver.
Si bien todo comienza como un castigo por su personalidad y comportamiento, toma fuerza gracias al rol de Akram Salim (Alexej Manvelov), un entusiasta policía que llega a la estación huyendo de la guerra siria y que se presenta como el asistente ideal para un Carl. Es así como ambos encontrarán un hilo del que tirar en un caso sorprendente, poniendo todo patas arriba.
Se trata de una historia adictiva e intrigante, que poco a poco se va revelando y con un ritmo a la altura de los mejores thrillers de Netflix.
La primera parte de Los casos del Departamento Q, se estrenó en 2013, y se titulaba Misericordia, dando comienzo a una exitosa saga con hasta seis películas y ahora una serie. Matthew Goode le da un toque muy personal y especial al personaje, invitando a adentrarse en el oscuro mundo del detective Carl Morck. Una miniserie perfecta para una maratón de fin de semana.