El asesinato de Brian Thompson, CEO de United Healthcare, continúa marcando un antes y un después en la justicia de Nueva York. Este martes, un juez retiró dos cargos de terrorismo contra Luigi Mangione, el joven de 27 años acusado de disparar contra el ejecutivo en diciembre pasado. Sin embargo, el cargo de homicidio en segundo grado permanece intacto.
Vestido con uniforme beige de prisión, Mangione reapareció en la corte de Manhattan, donde sus abogados intentaron desestimar los cargos más graves. El juez Gregory Carro concluyó que las pruebas presentadas al gran jurado para sustentar la acusación de terrorismo eran “legalmente insuficientes”. En su decisión escrita, fue aún más categórico. “No hay indicación en el estatuto de que un asesinato cometido por razones ideológicas encaje dentro de la definición de terrorismo, sin establecer el elemento necesario de intención de intimidar o coaccionar”, señaló.
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La fiscalía, por su parte, mantiene firme su posición. Alvin Bragg, fiscal de distrito de Manhattan, describió el asesinato como “un crimen aterrador, bien planificado, selectivo, que buscaba causar conmoción, atención e intimidación”. Tras la decisión judicial, un portavoz de su oficina señaló: “Respetamos la decisión de la Corte y procederemos con los otros nueve cargos restantes, incluido el de homicidio en segundo grado”.
Las audiencias del caso comenzarán el 1 de diciembre, en paralelo a un proceso federal que podría costarle la vida al acusado, ya que allí enfrenta la pena de muerte. Mangione, que se ha declarado inocente en ambas instancias, argumenta junto a su defensa que se trata de una doble persecución judicial.
El trasfondo del caso sigue siendo estremecedor. Thompson fue asesinado el 4 de diciembre de 2024 frente a un hotel en Midtown Manhattan, en plena antesala de una conferencia de inversionistas de la compañía. Las cámaras de seguridad registraron el momento en que un hombre enmascarado disparó por la espalda al ejecutivo. Cinco días después, Mangione fue detenido en un McDonald’s en Altoona, Pensilvania.
Entre las pruebas más controvertidas que buscan excluir sus abogados se encuentra un cuaderno incautado en ese arresto, en el que, según la fiscalía, el acusado habría escrito su intención de eliminar a un ejecutivo de seguros. El caso, que mezcla ideología, sistema de salud y un crimen ejecutado con precisión, se perfila como uno de los juicios más seguidos en Estados Unidos.
