Han pasado poco menos de tres décadas, pero es difícil olvidar los buenos momentos que nos regaló Gwyneth Paltrow durante los años 90 y comienzos de los 2000. Cuando era la reina absoluta de todas las premiaciones, alfombras rojas, avant premieres y aparecía haciendo noticia, ya sea con Brad, con Ben y finalmente con Chris Martin.
En todos esos momentos, la ganadora del Oscar por Shakespeare Enamorado, dio que hablar por sus look. Desde el traje de terciopelo rojo de Gucci que lució en los VMA de 1996, hasta el vaporoso vestido rosado de Ralph Lauren que recibió la noche que triunfó con el Oscar. Luego vendrían los vestido capa en blanco de Calvin Klein. Lo cierto es que la hoy empresaria del wellness, nunca nos dejó indiferentes durante aquellos años y hoy su hija ha querido homenajearla.
Y aunque prendas propias no le deben faltar, lo usual entre madre e hija es intercambiarse prendas de vez en cuando. Y Apple a veces husmea en el closet de su madre. Lo cierto es que le preguntaron a Gwyneth, a través de su cuenta en Instagram, si alguna vez su primogénita que hoy tiene 19 años, se había puesto alguno de sus icónicos vestidos. La respuesta fue una fotografía con un polémico vestido firmado por Alexander McQueen, que la actriz usó para la ceremonia del Oscar de 2002 y que consistía en un corset pseudo transparente y una gran falda oscura de tafetán.
Y todo parece indicar que a Apple le encantó. Sin embargo, habría que hacer memoria para saber que el modelito en cuestión fue uno de los más odiados por los especialistas en estilo. Recordando este vestido, fue que Paltrow dijo: “Todo el mundo lo odiaba, por cierto, pero a mí me gusta bastante”. En cuanto a lo cruel que puede llegar a ser la prensa, la actriz comentó: “Sentí una especie de hastío durante un tiempo porque la gente fue muy crítica. Creo que para la época era demasiado gótico, como que la gente se escandalizó, pero a mí me gusta”.
Pero no es la primera nepo baby en ponerse vestidos de su madre. En 2021, durante el estreno de la cinta Marvel, Eternals, Angelina Jolie le prestó a su hija Zahara un deslumbrante vestido de Elie Saab que la actriz había usado en la ceremonia del Oscar de 2014. Sin ir más lejos, en los Oscar de este año, la hija de Salma Hayek llevaba un vestido rojo de Isaac Mizrahi que su madre lució en 1997.