El pasado viernes el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York decidió cerrar sus puertas, al menos, hasta el 4 de abril. Además de la cancelación de todas sus exposiciones y eventos hasta el 15 de mayo, como una forma de contener los contagios por Covid-19.
El lugar es uno de los puntos turísticos más importantes de la Gran Mazana y el que convoca a miles de personas día a día. En ese sentido, para muchos la medida fue acertada. Era cosa de días para que Anna Wintour, la directora editorial de Vogue en Estados Unidos, saliera a confirmar los rumores.
Durante esta jornada la mujer más importante del mundo magazine y la moda anunció que la Gala del MET, que da inicio a la exposición que cada año reúne fondos para el Costume Institute del mismo museo, se suspendía.
En una nota publicada por Vogue, Wintour se refirió a la muestra que este año celebraría los 150 años de la moda. Y que tenía como eje central la novela Orlando de Virginia Woolf y el concepto de la duración del filósofo Henri Bergson, titulada About Time. El comité organizador incluía a la misma Anna Wintour, el diseñador Nicolas Ghesquiére, las actrices Emma Stone y Meryl Streep y el compositor Lin-Manuel Miranda.
Sobre la mediática Gala en la que los famosos de todo el mundo se pelean y pagan sumas millonarias por estar, Wintour dijo que “dada la inevitable y responsable decisión del Museo Metropolitano de cerrar sus puertas, ‘About Time’, y la gala de inauguración, no se celebrarán en la fecha prevista”.
En la misma nota, Wintour no titubeó en criticar duramente a Donald Trump, por el manejo que ha hecho de la crisis producida por el coronavirus. “A mí, como a muchos de nosotros, me ha horrorizado la forma en que ha respondido (Trump) a la pandemia: las garantías optimistas y sin hechos de que todo estará bien, la implementación caótica de las prohibiciones de viaje y las afirmaciones sobre un ‘virus extraño’”, dijo.
Y agregó, que el líder republicano suele pasar la culpa a los demás al no creer en la emergencia sanitaria desde un principio apelando a su “facilidad narcisista” y a “su deshonestidad con el pueblo estadounidense, y su sorprendente falta de empatía y compasión por aquellos que sufren y temen”.