A casi una década de su separación de Brad Pitt, Angelina Jolie vuelve a abrir una herida que, según confiesa, aún conserva ecos difíciles. En una nueva declaración presentada ante la Corte Superior de Los Ángeles, la actriz se refirió al proceso que la llevó a distanciarse del actor y al complejo conflicto legal que ambos mantienen por su antigua propiedad en Francia: el icónico Château Miraval.
En los documentos, publicados por Page Six, Jolie fue tajante. “Los eventos que me llevaron a necesitar separarme de mi exesposo fueron emocionalmente difíciles para mí y para nuestros hijos”. Según relata, tras iniciar el divorcio dejó bajo control de Pitt las residencias familiares de Los Ángeles y Miraval “sin compensación, con la esperanza de que eso lo calmara en su trato hacia mí después de un período difícil y traumático”.
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El castillo, una propiedad de ensueño en Provenza, escenario de su boda y de innumerables momentos familiares, se transformó con el tiempo en un símbolo de ruptura. Jolie aseguró que ni ella ni sus seis hijos, Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Knox y Vivienne, “han vuelto a pisar Miraval” por su “vinculación con los dolorosos eventos que llevaron al divorcio”.
“Miraval fue una de las primeras grandes inversiones que hicimos juntos, y fue el eje de nuestra vida familiar”, recordó la actriz. “Nos casamos allí, pasé parte de mi embarazo allí y llevé a nuestros hijos mellizos desde el hospital a esa casa. Tener una ruptura tan abrupta con mi hogar y mis recuerdos ha sido duro. Y fue especialmente difícil para los niños, que vieron sus vidas tan alteradas“.
El conflicto legal por la propiedad continúa escalando. Pitt, de 61 años, demandó a Jolie alegando que vendió su parte de Miraval a la división vinícola del Grupo Stoli sin su consentimiento. Ella, en cambio, sostiene que no necesitaba su aprobación. En su declaración, explicó que sus ahorros estaban “invertidos en Miraval”. Y que nunca solicitó “pensión alimenticia ni ningún otro tipo de apoyo económico”, lo que la llevó a vender su participación en el château para obtener liquidez.
La actriz, además, relató las dificultades financieras que enfrentó tras la separación. Aseguró que no podía comprar una casa “de contado” para ella y sus hijos, por lo que Pitt habría accedido a prestarle dinero “con intereses”. También confesó que, durante cerca de dos años, dejó de trabajar “para poder centrarme en cuidar a nuestros hijos y ayudarlos en su recuperación”.
Hoy, la disputa por Miraval sigue ocupando espacio en los tribunales. Jolie pidió recientemente que Pitt le reembolse 33.000 dólares en honorarios legales, luego de que él se negara a retirar una moción para acceder a sus mensajes personales. “Jolie, a través de su abogado, pidió repetidamente a Pitt que retirara (la moción). Incluso le advirtió en numerosas ocasiones que, si la Corte rechazaba la moción de Pitt, Jolie pediría que él cubriera los honorarios de sus abogados”, señalan los documentos.
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Mientras tanto, desde el entorno de Pitt aseguran que el actor busca proteger el patrimonio de sus hijos. “Es importante que la gente entienda que la motivación de Brad es asegurarse de que sus hijos puedan maximizar los beneficios de este activo”, indicó una fuente a Page Six. “Una vez que se vendió, eso dejó de ser posible y disminuyó significativamente su herencia.”.