Comer bien y de forma saludable se ha convertido en el objetivo de muchos. Además, seguimos la lógica del “somos lo que comemos”, nuestros hábitos pueden mejorar considerablemente. Bajo ese contexto, aparecen los alimentos funcionales, los cuales son esenciales si de salud y alimentación hablamos.
Se habla mucho de ellos, por sus beneficios, y quizás ya son parte de tu dieta. Pero, ¿sabes realmente qué son y cuál es su relevancia?
¿Qué son?
Son alimentos que forman parte de la dieta alimentaria, pero que tienen funciones específicas que mejoran la calidad de vida. Si va más allá de una función nutritiva, es un alimento funcional. Es decir, cualquier alimento o ingrediente que prevenga una enfermedad o sea beneficioso para la salud es funcional porque incrementa el bienestar o disminuye un riesgo de enfermedad.
¿Cuáles son sus beneficios?
Esto depende de cada alimento. Por ejemplo, los alimentos funcionales en la infancia y adolescencia ayudan a modular funciones relacionadas con el crecimiento y desarrollo. Algo que en la edad adulta tendrá relación con los procesos de envejecimiento celular y funcional.
¿Lo que como a diario es funcional?
Pueden serlo. Esto, porque los alimentos funcionales no son solo aquellos enriquecidos de forma artificial con vitaminas y nutrientes. Un alimento natural puede ser funcional.
Si comes sano, estás comiendo alimentos funcionales
No todo el mundo tiene una dieta sana y variada, por lo que hay que prestar atención a las cosas que comemos y ver si esos alimentos nos ayudan. Los alimentos funcionales no sustituyen a los alimentos natural, sino que deben incorporarse a nuestra dieta, complementado con ejercicio.
Ejemplos de alimentos funcionales