Cuando de la salud digestiva siempre es mejor opción optar por alternativas naturales antes que medicamentos que terminen por empeorarla. Además, de esta forma es mucho más fácil incluirlos en tu dieta. Y es que así como el aceite de oliva, las manzanas y las semillas de chía, hay otra que se lleva el primer lugar y es la más fácil y barata de obtener: el agua.

Así es. Según los expertos el mejor laxante es precisamente la primera bebida del mundo, de ahí que siempre aconsejen tomar varios litros al día. No solo es ideal mantenerse hidratado, sino también ayuda a mantener la regularidad para ir al baño y evita el estreñimiento. Y esto lo demuestran las investigaciones.

El agua tiene variados efectos en nuestra salud, y quizás muchos los desconoces. Proporciona energía, ayuda a controlar el peso y refuerza el funcionamiento del organismo. Finalmente, es un nutriente crítico y básico.

El agua y el estreñimiento

El estreñimiento, que viene acompañado de un tránsito gastrointestinal lento, heces pequeñas y duras, y dificultad para ir al baño, tiene varias causas. Entre ellas, el uso de medicamentos, ingesta inadecuada de fibra, la mala alimentación y algunas enfermedades. Y el consumo inadecuado de líquidos aparece como un culpable directo, por lo que el aumento de beber agua será siempre el tratamiento recomendado.

Las mujeres que consumen poca fibra y consumen poca agua tienen mayor prevalencia de estreñimiento. En las personas mayores, la ingesta baja de líquidos puede transformarse en un estreñimiento agudo. Y quienes consumen menos cantidad de líquido tienen el doble de episodios de estreñimiento que quienes consumen más agua.

El agua y la fibra

Otro de los beneficios del agua es precisamente potenciar los efectos de otros laxantes naturales como la fibra. En un estudio con 117 participantes con estreñimiento crónico, todos recibieron una dieta que incluía 25 gramos de fibra por día. Además, a la mitad de los participantes también se les exigió beber dos litros de agua diarios.

Después de dos meses, ambos grupos tuvieron un aumento en la frecuencia de las deposiciones y una menor dependencia a los laxantes, pero el efecto fue mayor para el grupo que bebió más agua.

Estos resultados reflejan que la combinación de fibra y agua es el mejor laxante natural para prevenir el estreñimiento.